Diez años después de tomar posesión de su cargo, Raúl Castro se va pero deja la construcción y la industria azucarera en la ruina y la doble moneda en el aire. El mes que viene traspasará la Presidencia del Gobierno de Cuba, como prometió, aunque seguirá hasta el año 2021 al frente del Partido Comunista, al que el artículo 5 de la Constitución le otorga una fuerza superior a la del Estado.
Raúl seguirá mandando. Fuentes cercanas al Gobierno aseguran a CiberCuba que lo hará desde su retiro, en una finca en el Segundo Frente, en Santiago de Cuba. También tiene asegurado un escaño como diputado en la Asamblea Nacional del Poder Popular, que este domingo 11 de marzo ratificará los 605 nombres propuestos por la Comisión Electoral, en medio de la polémica por dejar fuera de la lista oficial al Parlamento cubano, a tres de los cinco espías cubanos, considerados héroes en la Isla.
Aunque Raúl Castro se propuso dar un impulso a la economía cubana con sus reformas económicas aprobadas en 2011 (los famosos Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución), siete años después, sólo ha conseguido poner en práctica el 21% de esos cambios y el 78% (el grueso) están "en distintas fases de implementación", según reconoció el diario Granma. Para que se entienda: casi ocho de cada diez reformas no se han aplicado en siete años.
La industria azucarera, en mínimos históricos
La década de Raúl Castro en el Gobierno de Cuba ha certificado la defunción de la industria azucarera, que en los años cincuenta colocó a Cuba líder mundial en exportación de azúcar. Ese hueco que ha dejado la Isla lo han aprovechado Brasil y países asiáticos.
El economista cubano Elías Amor ha elaborado para CiberCuba un cuadro comparativo de cómo estaba la industria azucarera en los años 85-86, cuando aún la economía de la Isla dependía de la extinta Unión Soviética, que compraba todo el azúcar, pagándolo por adelantado, y cómo la deja Raúl Castro.
Hay que tener en cuenta dos momentos importantes: hasta 1969 (cuando llegó el desastre de la zafra de los 10 millones) Cuba era una potencia mundial azucarera. En 2002 el Gobierno de Fidel Castro cerró 71 de los 156 ingenios azucareros que tenía el país y despidió a 100.000 trabajadores y así lo recogió El País. Lo hizo obligado por los bajos precios del azúcar y la caída de la producción al no tener asegurada la compra que antes le hacían desde el "bloque socialista".
En opinión de Elías Amor, presidente del Observatorio Cubano de Derechos Humanos, éste es uno de los grandes errores cometidos por los gestores de la economía cubana porque no se tuvo en cuenta que los subproductos del azúcar como el Etanol o el bagazo tienen un mercado seguro, que dejó de aprovecharse. "Hoy es un sector en vías de desaparición", dice y tira de números.
La producción estatal (ver tabla) es testimonial y sólo alcanza un 0,4%, según los datos oficiales publicados por la Oficina Nacional de Estadística e Información de Cuba (ONEI). Este dato se corresponde con la reducción de la superficie cosechada por el Estado, que se contrajo un 99,1%. Paralelamente aumentó la producción privada aunque sin alcanzar las cifras que tuvo el sector estatal. De hecho, el sector privado es el que está produciendo azúcar en Cuba. Si se revisan las cifras de productividad puede comprobarse que han caído los rendimientos por hectárea. O sea, la agricultura cañera es hoy menos productiva que en los años ochenta.
Entre 2015 y 2016, cuando Cuba empezó a notar los recortes del petróleo crudo que le suministraba Venezuela, la superficie cosechada dedicada al cultivo de la caña de azúcar se redujo al 67,2%, explica Amor. En su opinión es "una reestructuración encubierta".
No hay datos de 2017, un año en el que fueron a más los recortes en el envío de petróleo venezolano y Cuba sufrió el impacto del huracán Irma. La zafra comenzó en diciembre pasado en 26 de los 53 centrales que quedan en activo en la Isla. El resto empezó con retraso por las lluvias y una plaga de "escaldadura foliar", una enfermedad que azota las plantaciones azucareras cubanas. Expertos sugieren abrir una "cuarentena" interna en plena zafra.
Como muestra la siguiente tabla, en 2015-2016 se produjo en Cuba un 72% menos de toneladas de azúcar que en 1985-1986.
La construcción, en terapia intensiva
El propio Gobierno de Cuba reconoció en julio de 2017 que en el país había un déficit de 880.000 viviendas. El problema, que ya era grave, empeoró tras el paso del huracán Irma que destrozó otras 158.554 casas . De ellas, 14.657 fueron derrumbes totales. El diario Granma acaba de hacer un balance en el que define el año pasado como "tenso" para la industria del ladrillo en la Isla, debido a que escaseó el cemento y la cerámica blanca, materias primas imprescindibles para el sector.
Elías Amor ha comparado las cifras de 2006 (año en que enferma Fidel Castro y Raúl Castro ocupa el cargo de forma interina) con las de 2016 (gobierna Raúl Castro). Los números demuestran, dice, que la construcción de viviendas "está en los niveles más bajos de la historia, situando al sector un 80% por debajo de los resultados de 2006. Además, la construcción no estatal que había empezado con fuerza se deprime en un 84,3% por la falta de ayudas y estímulos, de ahorro y financiación, materiales e insumos, así como la ausencia de un marco jurídico estable de protección y salvaguarda de los derechos de propiedad", apunta a CiberCuba.
En opinón de Amor, el hecho de que no hayan empresas privadas dedicadas a la construcción en Cuba es un lastre para la economía del país porque las viviendas que se levantan se hacen con esfuerzo de los propietarios. "El dinero de la construcción se dedica a levantar hoteles y arreglar infraestructuras hoteleras", acota.
Un agujero negro
Tras el análisis de estos dos sectores de la construcción y la industria azucarera, el economista Elías Amor concluye que "lo de Cuba es un agujero negro que se come todo". Esto se debe, explica, a que las reformas de Raúl Castro no han dado resultados. "Se ha descontrolado la economía con el déficit del Estado y del comercio exterior. Hasta hace poco, Venezuela le daba petróleo crudo a la Isla y ésta lo transformaba en gasolina y lo vendía a los países del Caribe, pero la crisis venezolana le ha afectado a la Isla. En 17 años Cuba ha sacado más dinero a Venezuela que en 30 años a la Unión Soviética. Se estima que el chavismo ha dado a Fidel y Raúl Castro 40.000 millones de dólares frente a los 35.200 millones que aportó la desaparecida URSS.
Ahora mismo las principales fuentes de ingreso del país son las misiones de los médicos y las remesas familiares. El Estado tiene un déficit del 12% porque, por ejemplo, gasta más de lo que ingresa en sanidad, educación, propaganda y un Ejército improductivo, apunta Elías Amor. Las empresas estatales, añade, son deficitarias porque el Gobierno les topa los precios y de esta forma impide que sean competitivas.
No habrá unificación momentaria con Raúl Castro
Aunque el Gobierno cubano ha anunciado su intención de cerrar este año la unificación monetaria, Elías Amor no cree que se vaya a hacer de aquí al 19 de abril cuando está previsto que Raúl Castro traspasará el Gobierno. "No lo va a hacer porque sería una herencia envenenada. Tardarán mucho tiempo en corregirlo. No es fácil arreglarlo", reconoce el también presidente del Observatorio Cubano de Derechos Humanos.
Los cubanos, añade, a lo largo de veinte años se han acostumbrado a convivir con dos monedas. Si se unifican o ganan unos o pierden todos. "El peso cubano no se puede devaluar más. Si lo revalorizan la economía cubana será menos competitiva. En estos momentos no hay manera de entrar o salir de ese agujero porque la economía cubana está muy debilitada".
Elías Amor está convencido de que el peor momento de la economía cubana llegará con la salida de Raúl Castro en abril. También admite que "no habrá estallido social, pero lo que vendrá será tremendo".
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