La grave crisis que atraviesa la cadena Univisión parece agudizarse. Así lo confirman los últimos acontecimientos que se han dado a conocer: la cancelación de su salida a la bolsa y el retiro adelantado de su CEO Randy Falco, a finales de año.
Al parecer, la caída en el último trimestre de un ocho por ciento de las ganancias provenientes de anuncios publicitarios, más la baja desde el pasado mes de septiembre del 17 por ciento en los ratings en el horario de máxima audiencia, han precipitado las decisiones.
La poderosa empresa, otrora líder indiscutible entre sus homólogas dirigidas al público hispanoparlante de Estados Unidos, lleva meses despidiendo parte de su personal, algunos de ellos figuras muy conocidas como Gloria Ordaz o William Valdés.
Y es que según los entendidos, Univisión no ha sabido adaptarse a los nuevos cambios que han supuesto a la industria televisiva la llegada de las redes sociales y las plataformas de streaming, que han condicionado nuevas maneras de consumir y apreciar el arte, fundamentalmente en los jóvenes.
Esa falta de visión ha llevado a su rival Telemundo, propiedad de Comcast NBCUniversal, a ocupar la preferencia de los televidentes de entre 18 y 49 años en el horario estelar de la semana.
Según informa Infobae, Telemundo terminó 2107 como la cuarta preferida de los norteamericanos, superada solo por NBC, ABC y CBS. Tal como van las cosas en 2018, y conociendo que se aseguró los derechos de transmisión de la próxima Copa Mundial de Fútbol, será difícil desbancarla.
Otras decisiones le han pasado factura a la cadena. El enfrentamiento con Donald Trump la llevó a dejar de transmitir los gustados eventos de Miss Universo y Miss USA, vinculados con el mandatario, lo cual que originó una demanda legal de este, que luego se resolvió. Tampoco dieron resultado la creación de Fusion, cadena en inglés dirigida a los millenials hispanos, ni las inversiones en medios digitales como The Root y The Onion.
Pero en opinión de los expertos, lo más grave es la renuencia de Univisión a abandonar las arcaicas telenovelas y series que produce Televisa en México, que los más jóvenes no consumen.
Todo ello condujo a que la cadena perdiera en 2017 un 15 por ciento de sus ganancias. Por el momento, el Wall Street Journal ha anunciado un programa de reestructuración que traería aparejados recortes por valor de 200 millones de dólares. Al parecer, continuarán los despidos.
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