La primera ministra británica Theresa May ve "muy probable" que Rusia esté detrás del envenenamiento de un exespía de Moscú, Sergei Skripal, y de la hija de éste, Yulia. Así lo afirmó en una comparecencia parlamentaria, donde concluyó que el producto que provocó el envenamiento fue fabricado en territorio ruso. De ahí que crea que o bien es obra del Kremlin o la sustancia llegó a las manos equivocadas para dejar en coma al doble agente ruso y del MI6, según recoge La Vanguardia.
Serguei Skripal, un coronel retirado de los Servicios de Inteligencia rusos, y su hija están en estado crítico desde hace una semana tras ser envenenados en la ciudad británica de Salisbury. Ambos visitaron un restaurante y un pub y luego se sentaron en un banco en la calle, donde fueron encontrados ya muy graves.
En ambos locales han sido hallados restos de una sustancia llamada Novichok, que traducida al español significa novato, que se produce en Rusia desde los años de la Guerra Fría.
A Theresa May no le caben dudas de que Rusia está detrás de este acto debido a que la forma de actuar lleva el sello ruso. No es la primera vez que muere un exagente ruso en el Reino Unido.
Putin, que la semana que viene aspira a ser reelecto como presidente de Rusia, pidió a Londres que llegue al fondo de este asunto. En cualquier caso, el embajador británico ha sido convocado por el Reino Unido, que amenaza con tomar más medidas para evitar que mueran más civiles en su territorio de esta manera.
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