El cubano Raúl Gutiérrez Sánchez, arrestado el lunes por planear un ataque contra diplomáticos estadounidenses en la Zona Rosa de Bogotá, era muy “amigable y trabajador”, según el testimonio de personas que frecuentaban su negocio en el departamento colombiano de Quindío.
Según recoge el diario local La Crónica de Quindío, durante aproximadamente un año, Gutiérrez tuvo un local de comida rápida que nombró Tumbao & Sazón en la avenida Colón número 15-167, frente al cementerio de la localidad de Calarcá.
En ese lugar, donde estuvo entre marzo de 2016 y marzo de 2017, hizo amigos y mucha clientela debido en mayor parte a la calidad de su gastronomía y a su amabilidad con el público, indica el reporte.
A lo largo de ese tiempo, nunca nadie tuvo queja de él e incluso el dueño del inmueble señaló que era muy puntual con el dinero del alquiler.
“Siempre lo veían solamente desplazarse del local a un hotel en el sector de la galería donde vivía y viceversa, era lo que sabían de Raúl, además de que muy de vez en cuando lo veían acompañado de una dama, que parecía ser su compañera sentimental”, acotó la nota.
Vecinos de la zona relataron además que desde que cerró el negocio se volvió a saber muy poco de él, excepto que se había ido a montar otro local similar en Salento, al oeste de Bogotá, después de un incendio que sufriera Tumbao & Sazón.
El cubano, un economista de 46 años presuntamente formado en la Universidad de Florida Central, fue capturado el pasado lunes en Pereira, luego de que se interceptaran comunicaciones de este con integrantes de grupos extremistas.
En las conversaciones que Gutiérrez mantenía con varias personas se aludía a un posible ataque terrorista planeado para el martes 13, en un restaurante de Bogotá frecuentado por miembros de la embajada de Estados Unidos.
Según la Fiscalía, este tipo de charlas online fueron frecuentes entre el 29 de enero hasta pocos días antes de la captura. Algunas de ellas fueron mantenidas con personas de origen árabe en Marruecos y con alguien llamado Francisco Quintana, en España. También se habló de “hermanos” que planean golpes similares en Argentina.
Gutiérrez Sánchez no aceptó los cargos imputados de terrorismo y concierto para delinquir. “Quiero aclarar no soy agente de la seguridad de inteligencia cubana. No me considero terrorista, no conozco esa palabra. No pertenezco a un grupo islámico”, aseguró en la audiencia del pasado jueves.
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