El hombre sospechoso de llevar a cabo varios ataques con bombas en la ciudad de Austin (Texas) se suicidó en la madrugada del miércoles.
El sujeto, según informó Associated Press, fue identificado como Mark Anthony Conditt y acabó con su vida ante cercanía de la policía.
"Esta es la culminación de tres semanas muy largas para nuestra comunidad tras vivir demasiadas tragedias en las últimas semanas", aseguró al citado medio el jefe del Departamento de Policía de Austin, Brian Manley.
El suceso se produjo cuando las autoridades policiales seguían al vehículo de Anthony Conditt tras localizar al sujeto en un hotel situado a 32 kilómetros la norte de Austin. En ese momento paró su auto a un lado de la carretera y detonó un dispositivo que le causó la muerte.
Los investigadores siguieron su rastro hasta encontrarle en un recinto hotelero no identificado en Round Rock. Sin embargo mientras esperaban la llegada de refuerzos, Conditt logró escapar y la policía lo siguió. Un oficial disparó contra el vehículo y el otro sufrió una lesión menor cuando estalló la bomba.
Al fallecido, de 24 años, se le atribuye la colocación de seis bombas desde el pasado dos de marzo. Estos explosivos acabaron con la vida de dos personas e hirieron al menos a otras cinco.
Las autoridades pidieron a los residentes que se mantengan en alerta. "Todos deben recordar que esta investigación continúa. Necesitamos que la gente siga vigilante. No sabemos dónde estuvo el sospechoso en las últimas 24 horas", afirmó el alcalde de Austin, Steve Adler, a la filial local de CBS.
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