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El norteamericano Melo Hairapetian, de 45 años de edad, tuvo la mala suerte de perder un dedo de la mano mientras cortaba un árbol en Chicago. Su chaqueta quedó atrapada en la sierra tras tropezar, y acto seguido su mano acabó en la cuchilla giratoria, que le seccionó el dedo pulgar. También le tuvieron que amputar el meñique, que quedó igualmente dañado como consecuencia del accidente.
Los médicos trataron de salvar el pulgar, pero no fue posible porque el dedo y la articulación estaban demasiado dañados. Sin embargo, sin conseguir resignarse a haber perdido su dedo pulgar, Hairapetian decidió someterse a una cirugía para sustituir el pulgar perdido con uno de los dedos de un pie.
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"Necesitaba un pulgar. No puedes vivir con solo tres dedos en una mano. No puedes hacer nada. No puedes agarrar nada, no puedes cepillarte los dientes, echarte desodorante, abrocharte los botones", ha explicado el hombre a CNN.
Finalmente, Hairapetian se sometió a una cirugía de transferencia de un dedo del pie a la mano. Durante 16 horas, dos médicos trabajaron en equipo, cada uno ocupándose de una de las extremidades implicadas en la operación, con el fin de coordinar el momento exacto de hacer el cambio.
Aunque en principio todo salió bien durante la operación, debido a que la lesión original fue tan grave, la articulación inferior del nuevo pulgar de Melo está fija. No obstante, el "nuevo dedo" le ha permitido mejorar su calidad de vida, según asegura.
En el pie, no perdió el dedo pulgar del todo, le dejaron una parte con el fin de asegurar un buen equilibrio al caminar.
Durante varios meses ha estado trabajando con un terapeuta ocupacional para volver a aprender tareas simples, y se siente ilusionado con sus progresos.
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