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Su figura es sinónimo de respeto, constancia, trabajo, talento y sinceridad. A sus 37 años, Frederich Cepeda mantiene excelentes números dentro de la pelota cubana que es cierto, no pasa por un buen momento, lo cual deja un amplio margen para que los bateadores alimenten sus estadísticas.
A pesar de esto, el bateador ambidextro conserva las mismas estrategias anclado en el home plate: paciencia, sabiduría y buen swing. Su actual rendimiento deportivo minimiza casi a la mayoría de los lanzadores dentro del béisbol de la Isla, lo cual hace que no piense en retiro y sueñe con actuaciones descollantes en torneos internacionales, vistiendo el uniforme de las “Cuatro Letras”.
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En diálogo con la Agencia Cubana de Noticias, Cepeda declaró que anhela volver a las Olimpiadas y al Clásico Mundial. Asimismo, afirmó que nunca ha pensado en el retiro y que su mente está en conseguir buenos resultados en certámenes de nivel.
“Juego al béisbol porque me gusta, la edad no interesa, un día fui joven, un día todos llegamos a veteranos”, comentó tras finalizar un partido en el estadio Guillermón Moncada.
Como integrante del equipo Centrales dentro de la Serie Especial de Béisbol, el espirituano se juega un puesto para la selección de la mayor de las Antillas que competirá en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla.
“Estoy bien concentrado, pues eso es lo importante, junto a la preparación que determinen los entrenadores”, refirió. “La primera meta es ganar en los Centroamericanos”, señaló uno de los principales peloteros cubanos de este siglo XXI.
Lejos de sentirse menos tras su baja ofensiva en el IV Clásico Mundial, o por las discretas actuaciones durante su contrato en Japón, el guardabosque es consciente de sus aptitudes y se alista para apoyar a las escuadras cubanas en los difíciles compromisos que se avecinan. La vista, por ahora, está en Barranquilla, pero el corazón, cuando mínimo, apetece un enésimo regreso al majestuoso Tokyo Dome.
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