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Una joven cristiana ha denunciado en su página de Facebook que es criticada por sus correligionarios por criticar el sistema político de su país, porque "según ellos, un cristiano no se mete en política".
Arlenys Miranda Mesa trabaja en la Iglesia Metodista de Cuba. Ella narró una dura experiencia, tristemente muy habitual para los residentes en la Isla.
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Tuvo que viajar a La Habana desde Cienfuegos en tren, y durante las cuatro horas y media que duró el trayecto no pudo tomar ni agua, pues no les vendieron nada a los pasajeros; además, las ventanas no tenían cortinas para protegerse del sol, y algunos municipios el vagón se llenaba de polvo o de humo.
Arlenys espera que, con el favor de Dios, haya un cambio político en Cuba ya, para dejar de seguir pasando trabajo.
“Las consecuencias de las malas tomas de decisiones de los políticos cubanos afectan tanto a no creyentes como a creyentes. Yo elijo ser una Esther en estos tiempos y si perezco que perezca", aseguró.
Uno de sus amigos en Facebook es Eliecer Ávila, el líder del movimiento opositor cubano Somos+, quien apoyó a Arlenys diciendo que ser cristiano no equivale a ser apático, indolente, ciego o ajeno a la realidad objetiva que lo rodea.
“Me siento muy orgulloso de tener entre mis amigos y colegas de causa a cristianos que ven en su fe y sus principios una fortaleza moral que los impulsa a sentir por el prójimo, a amar a su nación y a los suyos, a preocuparse y ocuparse por el futuro de sus hijos”, añadió.
“Dios no es un pretexto para rendirse, es inspiración constante para seguir y vencer con la verdad”, concluyó.
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