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La medalla de plata olímpica de Alejandro Casañas en la final de los 110 metros con vallas de Moscú 80, fue solo un avance de la era que sobrevendría después con campeones y medallistas de la especialidad en Juegos Olímpicos y Campeonatos Mundiales, protagonizada por un entrenador extra clase, Santiago Antúnez, para todos los que lo queremos, Santiaguito.
Nacido hace 70 años en Ranchuelo, entonces provincia de Las Villas, Santiaguito se encuentra a la altura de grandes pedagogos como Eugenio George, Alcides Sagarra, Pedro Val y Ronaldo Veitía. Sus manos han modelado atletas de gran calibre y sus opiniones son tan potentes como un remate sobre la meta de sus alumnos Dayron Robles o Anier García.
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¿Cómo llegas al equipo grande? Tú no entrenaste a Casañas; comenzaste después.
“Así es. Yo trabajé en áreas deportivas de Santa Clara así como en la EIDE cienfueguera Jorge Agostini; pasé en 1981 para la ESPA nacional que se encontraba en el municipio capitalino de Playa, e integro el colectivo de entrenadores de la selección nacional en 1987, tras concluir los Juegos Panamericanos de Indianápolis.”
Que es, precisamente, el momento en que mi entrevistado de hoy y yo nos conocemos; un momento brillante del campo y pista cubano cuando venían en camino dos genios como Javier Sotomayor e Iván Pedroso, y ya era una realidad Ana Fidelia Quirot. Ahí entra en las vallas, Santiaguito Antúnez.
“Mi primera experiencia internacional fue en el Campeonato Mundial de Roma 87, cuando mi discípula Aliuska López fue finalista”.
Por cierto, ¿te gusta más entrenar varones que niñas?
“No, indistintamente.“
Quiero saltar tres décadas. ¿Por qué en plenitud de facultades psíquicas y físicas te retiras de tu amado atletismo?
“Yo me jubilo del campo y pista cubano, muy a mi pesar, porque sigo como entrenador, primero en Brasil y ahora en Italia. Pero, respondo a tu pregunta. Me retiro de nuestro atletismo en el 2013: demasiados disgustos, una forma de dirigir incorrecta. Ahora es otra cosa con Agustín Abril y Yipsi Moreno, que son de la familia, de toda la vida. Gente que vive, siente, conoce, sufre el campo y pista.
“Tras separar como comisionado nacional a Jesús Molina (un verdadero artífice en la dirección y conocimiento del deporte, fallecido recientemente), Roberto Santiesteban y Eduardo Pérez Caballero (Guayacol) mantuvieron las tradiciones; mantuvieron a Molina a su lado; se dejaban ayudar, tomaban su experiencia.
“A partir de ellos, los que se sucedían en tan importante cargo (el atletismo NO es cualquier deporte, son cinco disciplinas en una: saltos, lanzamientos, carreras de velocidad, de fondo y pruebas múltiples), no estaban aptas para comandarlo.”
En tu caso, sé que estabas en la vanguardia exigiendo cambios y soluciones.
“¡Sí!, pero de poco o nada valía. Pedíamos reuniones con la dirección del INDER, las que se hacían. En ese escenario se explicaba el por qué era necesario que la comisión la dirigiera alguien que conociera del deporte; por ejemplo, algunos de provincias que como Kindelán en Santiago de Cuba, Bartolo en Pinar del Río, y Maravilla en Guantánamo (perdóname pero no recuerdo sus nombres; todos los conocíamos así), llevaban unos 20 y otros 30 años viviendo el campo y pista. Ellos poseían buenos resultados, estaban aptos para tal empeño.”
¿Y?
“¿Y? Nunca fueron aceptadas nuestras propuestas, hasta que el atletismo comenzó a descender. Afortunadamente de un año para acá se ha visto un renacer; se trabaja, se van dando pasos.
“En esto, te reitero, mucho ha tenido que ver la designación de Agustín Abril como comisionado, y la monarca olímpica y tri mundial, la martillista Yipsi Moreno, como metodóloga, adquiriendo poco a poco la experiencia que se necesita para dirigir.
“Hay mucho talento joven que es imprescindible no perder. Hemos tenido campeones del orbe en las categorías juvenil y cadetes que no han llegado a nada. Eso es inadmisible.“
Sé que además de lo que ya planteaste de las reuniones fallidas, otras cosas te molestaban y de hecho, influyeron negativamente en el atletismo cubano.
“Son muchas cosas: nos quitaron el estadio Pedro Marrero, que se llenaba con una delirante afición que nos apoyaba, lugar donde fueron establecidas importantes marcas, donde corrieron estrellas del universo atlético pues venían grandes figuras del entonces campo socialista, también de Estados Unidos. Recuerda las actuaciones del triplista Lázaro Betancourt, Ana Fidelia, Sotomayor, el discóbolo Luis Mariano Delís.
“Perdimos las bases nacionales en provincias como la del fondo en Villa Clara (con Mariela González, campeona panamericana de la maratón en Río 2007) y la de tremendo potencial en Santiago de Cuba, de la cual emergieron Iván Pedroso, Iván García, Yumisleidis Cumbá, Isel López.
“Jesús Molina y yo, como director técnico del seleccionado nacional, creamos esas bases. Nos apoyaron las autoridades partidistas, deportivas, del gobierno de esos territorios. Fue un trabajo que dio frutos.”
Todo eso es cierto. Perder el marianense estadio Pedro Marrero fue un craso error. El Panamericano no cumplía con las expectativas: alejado de la afición, sin transporte para llegar a él, y sus constantes deficiencias constructivas (edificado allende al mar, se deterioró desde sus inicios), amén de ser sede de cuatro selecciones nacionales que practicaban al unísono en sus instalaciones: los mayores, los juveniles, los cadetes y los paralímpicos. ¡Ni la mejor pista aguanta! Y ni qué decir de dejar a un lado las bases provinciales, aunque el aspecto económico pudo haber incidido.
Perder el marianense estadio Pedro Marrero fue un craso error. El Panamericano no cumplía con las expectativas: alejado de la afición, sin transporte para llegar a él, y sus constantes deficiencias constructivas, amén de ser sede de cuatro selecciones nacionales que practicaban al unísono en sus instalaciones: los mayores, los juveniles, los cadetes y los paralímpicos. ¡Ni la mejor pista aguanta!
“¿Quieres que te cuente una anécdota respecto a esto?. En los años 80 y 90 se hacían unas asambleas educativas en todos los deportes. Cada disciplina tenía un padrino en el Consejo de Dirección del INDER. Con el tiempo eso fue despareciendo porque nuestros planteamientos nunca tenían respuestas. Ya después ni sabíamos quién era el padrino.
“De las pocas veces que nos visitó un presidente del INDER, el estadio estaba sumergido en agua, llovía torrencialmente, los cuartos de los atletas, los comedores estaban inundados. No se podía ni dormir. Llegó el presidente y el jabalinista Emeterio González se le acercó planteándole la situación. Su respuesta fue: 'mi casa también se moja'.
“¿Te imaginas? Los muchachos fueron perdiendo el interés. Ni agua para beber; ni bebederos en sí, había. Tenían que llevar el agua para tomar en los entrenamientos en los conocidos pepinos.”
También fueron descendiendo los campeonatos nacionales “Copa Cuba” y los “Barrientos in memoriam”.
“¿Para qué? Había Copas Cuba que parecían eventos internacionales; hasta tres semi finales de velocidad teníamos, y ahora no completamos una final. La estrategia tan acertada que fue establecida, se quebró.”
Eso fue sobre el 2000. Y así y todo hemos tenido estrellas que han sobresalido, pero hubieran sido muchos más, y quizás se hubiera evitado tanta deserción.
“Oye, y se me olvidó ahora que mencionas el 2000, algo importantísimo. Cuando establecieron eso de la sangre joven entre los entrenadores; cortando de golpe y porrazo la experiencia que tantos lauros aportó. Nosotros fuimos aprendiendo de los veteranos.
“Sin embargo, fueron alejados Guillermo de la Torre, Miguel Bernal, Hermes Riverí, Cheo Salazar, Leandro Civil, Carmen Romero, Julio Bécker. Preparadores de incalculable valía que fueron sustituidos por otros sin apenas preparación, en su mayoría. Sin haberse formado en la base. ¿Recuerdas lo que le hicieron a Eugenio George en el voleibol?. Aquello fue bochornoso; total, para regresar y conquistar el tercer cetro olímpico en Sydney, aunque otro estuviera de DT.”
Hablando de maestros. ¿Quién te ayudó a convertirte en el entrenador que eres?
“Heriberto Fernández Arroyo, el mismo que preparó a Casañas para su plata olímpica, el mismo que me entrenaba a mí como vallista. Fue mi maestro.”
Has tenido en tus manos varias generaciones de vallistas. ¿Los más destacados, los que más feliz te hicieron?
“Bueno, son bastantes. Emilio 'el Cagüira' Valle, titular mundial juvenil de Atenas 86 y doble finalista olímpico; tres veces bronce en Copas del Orbe y con un mejor tiempo personal de 13 segundos 18 centésimas.
“Aliuska López, titular mundial juvenil en Canadá 88, del certamen mundial techado en Barcelona 95; en dos ocasiones campeona de la Copa del orbe.
“Reynaldo Quintero, monarca mundial juvenil y tres veces de los Juegos Panamericanos; Anay Tejeda, tercera del orbe invernal en Valencia 2008; y campeona entre los juveniles del planeta. Su crono de 12 segundos 60 centésimas es el actual récord nacional, marcado en los Centroamericanos de Atletismo del 2008. Erick Batle, Joel y Yuniel Hernández, también con medallas entre noveles y adultos al máximo nivel.”
Pero, claro está, tus astros, tus máximas conquistas han sido Anier García y Dayron Robles; con este último, solidarizado siempre con sus planteamientos que trajeron bastante controversia.
“Anier, para mí lo máximo. Primero su título olímpico en Sydney cuando detuvo los relojes en 13 flat, su mejor marca personal. Después su increíble bronce en Atenas 2004. Date cuenta que dos meses antes de la competencia, Anier pesaba 100 kgs. y estaba en 12 segundos 60 centésimas, 12,70. Fue una tarea de titanes. ¿Quieres que te haga una anécdota?”
Claro que sí, aunque sé por dónde vienes, pues yo fui a varios controles de la preselección y vi los contactos entre ustedes. ¿Te acuerdas? Él me preguntaba, '¿cómo voy?' y yo le decía 'entero'. Así las cosas, Anier me miraba y pensaba: 'éste está loco, yo estoy destartalado'. Pero mira el loco a dónde llegó: ¡al podio olímpico otra vez!.
“Cuando él regresó a la Villa Olímpica aquella noche, me vio tomándome un trago de ron y me dice: '¿y eso, de dónde la sacaste?' Y yo le dije: 'la traje desde Cuba para celebrar este día'”.
¿Y con Dayron, cómo te fue?
“Tú sabes que éramos uno solo. Campeón Olímpico, Panamericano, del Mundial Bajo Techo de Doja; recordista del planeta: 12 segundos 87 centésimas en el mítin de Bratislava 2008 (roto por el norteño Aries Merriet, 12,80).
“Y no tiene el del Mundial al aire libre por la incomprensible protesta que prosperó en Daegú; demanda hecha por la delegación china; algo que ha ocurrido y ocurre mucho entre los corredores de vallas, que suelen abrirse en sus carriles y chocar con sus brazos o manos.
“Te pongo un ejemplo, en el mítin de Dubnica, Eslovaquia, el inglés Tuner le dio a Dayron tan fuerte que le rompió el pulgar; y allí no se armó ningún problema de reclamación.
“Fue muy triste porque ese 2011 fue un gran año para el Lord del Guaso, fíjate que ganó la afamada Liga del Diamante. Hubiera cerrado el ciclo de competencias de primer nivel como campeón”.
Cuando te retiraste dejaste la pista caliente pues tú entrenabas a Orlando Ortega (plata en los Olímpicos de Río corriendo por España), a Jordan O Farril y a Roger Valentín Iribarte; estos últimos nuestras principales figuras actualmente.
“Chica, para mí tanto Jordan como Roger tenían que estar mucho mejor, con mejores tiempos, más cercanos a la cima. Roger Valentín tiene la madera, la potencia de Dayron Robles. No sé qué ha pasado. Sólo les deseo lo mejor. Que nuevamente en el podio olímpico brille la luz de un vallista cubano”.
Ahora tienes dos discípulos italianos, ¿qué me dices de ellos?
“Como te dije, al jubilarme entrené en Brasil desde noviembre de 2014 hasta noviembre del 16, tras concluir los Juegos Olímpicos. Dos de mis atletas, Eder Souza y Mayla Machado hicieron el equipo olímpico y llegaron a correr las semi finales.
“La niña fue todo un suceso pues había sido operada del Tendón de Aquiles y el diagnóstico era no poder regresar a las pistas. Y lo hizo. Fue una sensación mediática en Río.
“Ahora estoy contratado en Italia entrenando vallistas varones y hembras. Aquí tengo a dos para que vean en qué condiciones entrenamos nosotros y el por qué somos tan buenos. Ellos son Paolo Dal Molin y Hassan Fofana.“
¿Les ha gustado entrenar aquí, aún teniendo en cuenta el cambio de pistas en el estadio?
“Están encantados, deslumbrados con Cuba. El esfuerzo, la voluntad de los atletas cubanos. Ahora fue instalado un gimnasio de primer mundo que mucho va a ayudar, pero antes era a puro hierro en el gimnasio de pesas.
“Por eso los traje; para que no se quejen más. Ahora se dan cuenta de lo que tienen”.
Te dejé descansar del tema Dayron Robles, pero vuelvo a él. Mucho se habló de ustedes, incluso de mal manejo de las finanzas en el circuito europeo; que tú no eras el pedagogo de antes. ¿Cuánto hay de cierto o no en esos rumores que, ¡rumores al fin!, no tienen autoría, pero duelen?
“Ay, si nos llevamos por las habladurías. Mira, nosotros salíamos a las giras, que llevaban un funcionario del INDER. Jamás teníamos nada que ver con los organizadores de los mítines. A los entrenadores se nos pagaba un 10 por ciento de las ganancias; a los atletas, el 15. Eso lo entregaban a finales de año, y en algunas ocasiones, no estaba completo.
“Ahí empezaron las broncas; no nuestras, de todos. Pero Dayron y yo plantamos, buscamos un abogado; nos sentamos de tú a tú con el jurídico del INDER.
“Ese dinero del atletismo sólo lo podía cobrar el funcionario del INDER asignado para estos menesteres, que viajaba con los atletas. Era él y el mánager del equipo los únicos que tenían firmas acreditadas; pero además la gran mayoría de las veces, ni siquiera ellos tenían que ver, pues los pagos venían directamente, vía banco, al INDER.
“Entonces, se puede hablar de ensuciar nuestros nombres porque exigimos un derecho pero, ¿por qué no dicen cuánto dinero perdieron los atletas?
“Además, todos los atletas saben esto. Si un organizador, porque le prestigiaste su evento, la gente fue al estadio a verte a ti, quiere hacerte un regalo, tanto al deportista como al entrenador, ¿qué hay de malo? Nadie lo pide. Te lo regalan.
“Te cuento que cuando el Soto quebró en Salamanca su actual récord mundial de 2 metros 45 centímetros, a todos los miembros de la comitiva atlética cubana le regalaron una cadena de oro con esa marca. ¿Vas a entregar la cadena? ¡Por Dios!
“Nunca pedí nada a nadie; todo lo que tengo me lo he ganado a pulmón limpio: esta casa la construí yo; es modesta pero es mía. Vivo en plena Vía Blanca, en el semáforo de Guanabacoa; no en el Vedado, ni en Miramar. El carro lo compré con mi dinero, autorizado, pero con mi dinero.
“Como sabes yo fui seleccionado el mejor entrenador de atletismo del 2010. Ese año, el INDER hizo una repartición de carros, y jamás vi ni la llave. Pedí una reunión para que me explicaran. Me dijeron que era un equivocación, pero, ¡qué clase de equivocación! Ya estamos en el 2018 y ni el sol me da.”
La situación del atletismo ha cambiado, ¿verdad? Respiro aires nuevos. Quiero ser positiva pues soy de la familia, confío plenamente en su actual dirección. Errores se cometen a diario pero por eso no se puede juzgar a un organismo completo.
“Por supuesto. Eso no sucede ahora. Para eso están ahí dos miembros de nuestra familia: Abril y Yipsi; es más, se pueden equivocar; no una, mil veces, que ¡yo los apoyaré siempre!. Ellos pueden cometer pifias, pero seguramente serán resueltas. Ellos escuchan, valoran, trabajan. Estoy muy contento con ellos. El estadio cobra nuevos aires, el gimnasio es el adecuado, se cambian las pistas, los muchachos están contentos.”
Feliz, muy feliz con tu deferencia. No es fácil recibir a una periodista en tu casa cuando entrenas a diario a tus italianos. Te agradezco y bajando un poco la presión, quiero concluir con los para ti, más grandes vallistas cortos de todos los tiempos.
“La norteamericana Gail Devers, el chino Liu Xiang, el también estadounidense Allen Johnson y claro está, los míos, mis gigantescos muchachos, Anier García y Dayron Robles”.
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