Cada día ingresan alrededor de cinco a seis niños con sospecha de zika y dengue en el hospital pediátrico Mártires de Las Tunas, que son separados de los demás pacientes. La noticia no sorprende, pues hace algo más de dos meses CiberCuba denunciaba que la provincia es uno de los territorios que más casos reporta de ambas enfermedades.
Según el Periódico 26, en el cuerpo de guardia de dicho centro se atienden diariamente 200 pacientes, casi el doble de los niños que acudían antes. La causa del incremento de las consultas son principalmente las infecciones respiratorias agudas. Las que más abundan son las gripes comunes causadas por diferentes virus, las amigdalitis bacterianas y las neumonías.
La doctora Jany Bárbara Fernández Jomarrón, jefa del servicio de pediatría en la instalación, explicó que a veces los niños con catarro manifiestan fiebre. Esta puede ser alta durante las primeras 72 horas, lo cual no siempre representa algo malo, pues cuando la temperatura aumenta el cuerpo libera endotoxinas capaces de eliminar el germen que originó la infección.
“Muchos padres no comprenden que ese síntoma es parte del proceso catarral. No obstante, siempre hay que chequearlo para determinar su comportamiento y la evolución de la patología”, añadió.
No obstante, la experta reveló que en el territorio existen virus como rinovirus, adenovirus y el sincitial respiratorio, que a veces pueden generar complicaciones en menores de un año. Los niños deben beber mucho líquido y recibir aplicaciones de suero fisiológico para la obstrucción nasal.
La especialista recalcó la importancia de mantener la higiene en la casa y en los círculos infantiles y vigilar otros síntomas, además de la subida de la fiebre, como la falta de aire, los vómitos y el decaimiento.
Estas medidas higiénicas también son válidas para las diarreas, muy habituales en los infantes.
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