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En los últimos días se ha vuelto a viralizar el llamado Condom Challenge, que ya tuvo fuerza en el año 2013. Se trata de una vieja prueba en la que adolescentes o jóvenes succionan por la nariz un condón y lo sacan por la boca. Los médicos advierten del serio riesgo para la salud que conlleva este reto.
Entre las consecuencias más graves se encuentra la posibilidad de sufrir ahogos repentinos porque el condón quede atorado en la zona de la faringe, o que genere problemas en la tráquea y en los pulmones.
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También puede producir irritación, sangrado por el roce y asfixia. Los expertos avisan que los componentes de lubricación de los preservativos pueden generar además alergias e infecciones nasales.
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