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El investigador del Consejo de Relaciones Exteriores de Washington Elliott Abrams defiende en un artículo publicado en la web de esta institución, que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, debe dar marcha atrás a las medidas que Barack Obama puso en marcha para normalizar las relaciones con Cuba y "apretar las tuercas" a la Isla.
El exasistente adjunto al presidente George W. Bush en temas de Seguridad Nacional considera que los pasos que dio Obama no valieron la pena ya que buscaban impulsar las reformas en Cuba y eso no se ha conseguido, por lo que cree que es acertada la estrategia de Trump, de tensar las relaciones con La Habana.
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Abrams, que también supervisó la política de EE.UU. en Oriente Medio, defiende además que hay que dar marcha atrás a las concesiones de Obama que siguen vigentes (remesas, viajes a Cuba, vuelos comerciales y cruceros), para aprovechar la retirada de Raúl Castro el próximo 19 de abril, cuando está previsto el traspaso de poder. En su opinión, Estados Unidos sólo debe ceder cuando los gobernantes cubanos concedan avances democráticos que beneficien al pueblo, ya que éste espera que las cosas vayan mejor sin Castro.
Tras la visita de Obama a La Habana, lejos de verse afectado el comercio con Cuba, ya que se mantiene el embargo, las exportaciones a la Isla cayeron de 533 millones en 2009 a 283 en 2017, último año de Obama en la Casa Blanca. En cambio, las remesas y el turismo procedentes de Estados Unidos aumentaron notablemente.
Eliminar el embargo, insiste Abrams, habría estimulado el comercio, pero nada hace pensar que esto habría desembocado en un cambio político. Durante el tiempo que duró el deshielo de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos no aumentó el nivel de vida de los cubanos ni estos ganaron derechos políticos. De hecho, en 2016 las autoridades cubanas detuvieron a un número récord de activistas civiles (9.940) mientras que en 2017 fueron 5.155.
En cuanto a Internet, el exdiplomático no ve indicios de que la censura haya ido a menos ni tampoco se han celebrado elecciones libres. Todo esto le lleva a pensar que las políticas de Obama no sólo han fracasado sino que han podido "socavar objetivos de Estados Unidos".
En junio de 2017 Trump reconoció en un discurso que las concesiones de Obama sólo han enriquecido al régimen cubano. Aunque el presidente ha restringido el comercio con entidades militares que dependen del Ejército o al Seguridad del Estado en Cuba, y ha acabado con los viajes individuales, sus acciones no han pasado más allá de advertir a los norteamericanos de que no viajen a Cuba tras registrarse ataques acústicos a 24 funcionarios de la embajada de Estados Unidos en La Habana. Sin embargo, no ha tocado los vuelos comerciales o los cruceros.
Abrams termina reconociendo que ni Obama ni Trump han conseguido con sus políticas avances democráticos en Cuba. De hecho, él considera que la influencia de EE.UU. en la Isla es "pequeña". Por eso reconoce que Obama tenía razón cuando decía que las políticas hacia Cuba no habían funcionado, pero se equivocó al creer que las suyas sí funcionarían. Todo lo contrario, ayudaron a legitimar al régimen de Raúl Castro, recalca.
El exdiplomático no cree que la retirada de Raúl cambiará las cosas porque éste seguirá al frente del Partido Comunista y su sucesor, en caso de ser Miguel Díaz Canel, ha ascendido a través del partido.
Asimismo, concluye que Estados Unidos no debe hacer concesiones a Cuba a menos que los beneficios vayan al pueblo cubano con quien EE.UU, debe compartir sus valores. Por eso cree que Trump debe buscar el apoyo de Naciones Unidas para presionar a Cuba "porque no está claro que el régimen pueda mantener su monopolio, negar el desarrollo político y el avance en derechos humanos". Sólo así se pueden conseguir las mejoras que los cubanos esperan después que se vaya Raúl.
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