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Venezuela empezará a fabricar fusiles Kalashnikov en 2019, según detalló el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López.
"La fábrica empezará su trabajo antes de finales del año que viene. Los trabajos de construcción están en marcha", aseguró el representante del Gobierno venezolano en declaraciones recogidas por la publicación oficial rusa Sputnik News.
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"La planta es de importancia estratégica para la independencia de Venezuela y sus Fuerzas Armadas", añadió.
La producción de los fusiles de asalto AK-103 llegan a merced del acuerdo que sellaron en 2006 Vladimir Putin y Hugo Chávez.
Sin embargo la sombra de la corrupción provocó que se pusiera freno a la construcción de la fábrica en 2014. En concreto el ministerio público ruso detectó irregularidades en 2010 y 2011 de la partida económica que se destinó para la obra.
En este sentido la Fiscalía encontró una malversación cercana a los 14 millones de dólares. Finalmente en 2016 las obras se reanudaron.
El AK-103, que es una versión actualizada del Kalashnikov AK-74, tiene un peso de 3,6 kilogramos y tiene capacidad para 30 balas y para llevar a cabo 600 disparos por minuto.
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