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Madrid, 9 abr (EFE).- "Los hijos de la revolución desnudan el capitalismo autoritario militar cubano", según dijo hoy Armando Chaguaceda, profesor de la Universidad de Guanajuato (México), en la presentación del libro "Derechos humanos: Realidades y desafíos en Cuba".
Acompañada de la editora del volumen, Marlene Azor, profesora de la Universidad Autónoma Metropolitana de México, Chaguaceda explicó que los autores que contribuyen con sus artículos "son nacidos y viven" en la Isla y su "mirada académica se cruza con el activismo".
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Subrayó, no obstante, el rigor académico de los trabajos que analizan desde distintos enfoques la situación de los derechos sociales, económicos y culturales en Cuba.
Según sus palabras, los autores "viven en la llamada zona gris, y son hijos de la revolución. No es una referencia construida desde el exilio".
En el acto en la sede del Instituto Atlántico de Gobierno, puesto en marcha por José María Aznar en 2014, la editora negó los proclamados logros de la revolución castrista en los campos de la salud, la educación, el acceso al agua, la cultura o la vivienda.
Criticó al Gobierno de Cuba por haber dejado de publicar los índices de pobreza hace más de 20 años y recordó que, desde el desmoronamiento de la Unión Soviética y el final de sus "subsidios", los que habían sido considerados derechos sociales dejaron de serlo.
"No hay igualdad social en la dictadura", afirmó para cuestionar la existencia de los éxitos revolucionarios y añadió que "no es tal el éxito".
Azor afirmó que sí hubo una "hambruna nacional" a principios de los años noventa y cuya existencia ha sido negada por el Gobierno cubano.
Según sus datos, las únicas mejoras que ha experimentado desde entonces la economía de la Isla es un leve aumento del consumo y una disminución de los cortes eléctricos, pero puntualizó que "el nivel de precariedad es muy importante".
Desestimó la cifra oficial de desempleo del 3,5 por ciento y aseguró que el paro entre la población activa de la Isla alcanza el 28 por ciento, con unos ingresos que -explicó- apenas alcanzan para poco más que alimentarse.
También puso en evidencia la ausencia del derecho de libertad sindical y de negociación colectiva en el país, en el que falta también -añadió- la "libertad de empleo".
"Todos los profesionales son cautivos de las empresas estatales" y por no haber, no hay ni el derecho de huelga, insistió Azor.
En su opinión, Cuba está "peor que cualquier país del capitalismo periférico" y citó como ejemplo Haití "donde si pueden hacer huelga".
El déficit de vivienda es otra de las carencias sociales que denunció la coordinadora del libro, quien sostuvo que faltan al menos 1,2 millones de viviendas para abastecer la demanda de la isla.
Según los datos manejados por Azor, sólo el 5,7 por ciento de la población tiene agua corriente las 24 horas del día mientras que una gran parte se abastece "en camiones pipa".
"Es una mentira del tamaño de la torre Eiffel que no hay nadie desamparado en Cuba", enfatizó al referirse a los recortes en el presupuesto estatal, que precisó han afectado también a este capítulo de los derechos sociales.
"Sí hay ricos y paupérrimos" en Cuba, dijo Azor.
Chaguaceda y Azor coincidieron en subrayar lo limitado de las esperadas reformas políticas que puntualizaron pueden retomar la iniciadas con el cooperativismo en 2011 y que fueron paralizadas en 2017.
Para Chaguaceda habrá "evolución, no transición" con la desaparición del escenario político de los hermanos Castro e indicó que "todo apunta a (Miguel) Diaz Canel", el actual vicepresidente como próximo hombre fuerte del país.
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