La remodelación del acueducto de Bayamo atraviesa en estos momentos una de sus etapas más complicadas y marcha con atrasos en el cronograma de ejecución, debido a la no entrada en tiempo de madera, acero y alambre.
Un amplio reportaje del periódico La Demajagua revela que la ciudad tiene graves problemas con el abasto del líquido.
Según Inés María Chapman Waught, presidenta del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), hay lugares donde la población tiene que agacharse en la acera para coger agua, porque el caudal en la tubería no tiene presión.
Para solucionar ese problema se construye un tanque apoyado en la zona de Barrio Azul, que tendrá capacidad para cinco mil metros cúbicos de agua y beneficiará a más de 100 mil consumidores.
Pero según Luis Ramírez Morán, jefe de la obra, deberían estar ya “en el montaje de los elementos prefabricados”, y haber dejado atrás la fase de fundición de la losa donde se asentará el tanque. Algo que preocupa a la población, que ve acercarse la llegada de la estación húmeda en la Isla con las lluvias que dificultan el trabajo a la intemperie.
El acueducto de Bayamo comenzó a funcionar en 1900. En más de un siglo aumentó la demanda de agua pero no las instalaciones para suministrarla, así que la situación nunca ha sido fácil. El proyecto de ampliación, aprobado en 2015, dispone de un crédito reembolsable de 30.5 millones de dólares USD concedido por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep).
En este tiempo se han realizado varias obras, como la perforación de nueve pozos en el campo denominado Pompita-Malvango, que surtirán 212 litros de agua por segundo; la instalación de una tubería de 9.6 kilómetros que los conectará con la potabilizadora Santa Isabel, así como de una conductora que va desde esa planta hasta el tanque apoyado.
Igualmente se construyó la red de acueducto y alcantarillado de los repartos Granma y 26 de Julio, y se ejecuta la del reparto Pedro Pompa.
A pesar de ello, falta bastante aún para que Bayamo pueda suplir su demanda de 1.200 litros de agua por segundo –la entrega actual es de 600 a 700 litros–. El tanque apoyado de Barrio Azul junto con su estación de bombeo entrarán en funcionamiento en 2019.
También falta terminar la ampliación de la potabilizadora Santa Isabel y proveerla del sedimentador que clarifique sus aguas.
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