La cubana Yusmaidys Ortiz Pérez, de 34 años, tiene un hijo de dos años al cuidado de su madre en la Isla. Recientemente las autoridades de Gran Caimán la han condenado a tres meses de cárcel por permanecer ilegalmente en el país durante 12 días (del 22 de marzo al 3 de abril).
Ella trabajaba como cantinera del crucero MSC Opera, y según cuenta su abogada, Prathna Bodden, la joven decidió esconderse en Gran Caimám cuando la embarcación llegó a puerto porque estaba aterrada.
Bodden explicó al tribunal que Ortiz había sido doblemente amenzada. El gerente del barco la explotaba y el esposo le dijo que la mataría a su regreso a Cuba.
"Mientras estaba en el barco, fue explotada por el gerente y se le pidió que realizara ciertos deberes, y si no los hacía, perdería su trabajo", explicó Bodden.
En varias ocasiones el hombre la invitaba a su habitación u otros sitios del barco y ella se negaba con la excusa de que había trabajado muchas horas seguidas.
Ya tenía miedo a perder su trabajo cuando recibió un mensaje de su esposo en Cuba amenazándola con matarla. A este le habían escrito contándole que ella mantenía una relación con el gerente. Ahora, la abogada refiere que es posible que esos textos fueran enviados por la propia tripulación.
Varios medios de prensa locales publicaron a finales del mes pasado que la policía de Gran Caimán estaba tras ella, luego de que el crucero denunciara a las autoridades migratorias que la joven había abandonado el barco.
Ortiz se declaró culpable y fue sancionada a tres meses de presión. Su abogada ha pedido que Gran Caimán no la deporte una vez que concluya su condena.
El caso quedaría pendeinte a la desición de las autoridades de ese país una vez cerrado el caso.
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