La salida de peloteros cubanos (por vías legales o no) en busca de horizontes deportivos mejor remunerados, es a estas alturas un proceso indetenible. Algunos, los menos, encuentran la solución a sus problemas en campeonatos de élite como la MLB o la Liga Japonesa. Pero otros se acomodan sin problemas a sus circunstancias personales y aparecen jugando en parajes que a simple vista lucen por debajo de sus potencialidades.
Tal es el caso de los numerosos hombres que se desempeñan hoy en el béisbol italiano, tanto con escuadras de la llamada Serie A1 como de la A2. ¡Y algunos de ellos han integrado incluso las selecciones nacionales!
La información la aportó el colega Rafael Rofes en Cronodeportes, y da cuenta de una relación de veinte cubanos que ahora se ganan el pan en la península.
Los nombres más conocidos son los del receptor industrialista Frank Camilo Morejón y los lanzadores pinareños Erlis Casanova y Vladimir Baños, sin ignorar el del zurdo santiaguero Ulfrido García, todos los cuales refuerzan las filas del Parma, excepción hecha de Baños, fichado por el Padule.
También en el máximo nivel están actualmente el inicialista holguinero Lerys Aguilera (NuovaCitt di Nettuno), el pitcher indómito Enobel Márquez (Rimini) y los tuneros Yordany Alarcón (antesalista) y Yordanis Scull (jardinero), ambos con el Padule.
Este mismo equipo también cuenta con el desconocido Marcos Díaz, un infielder sin experiencia en Series Nacionales.
Mientras tanto, en la Serie A2 ‘guapean’ por estos días el serpentinero capitalino Frank Montieth (Bologna Athletics); los también monticulistas Eddy Abel García -en activo con Industriales- y Kleyvert Rodríguez, que hacen yunta en el Cagliari; el fornido cátcher pinareño Yosvany Peraza (Castenaso); el outfielder espirituano Adonis Zamora (Codogno); y el conocido lanzador José Pablo Cuesta, otro de los Industriales (Fontana Sala Baganza).
La lista la completan tres figuras del Paterno Red Sox: Yuskiel García (jugador de cuadro), Rolexis Molina (jardinero) y Wilber Pérez (pitcher); y dos patrulleros del Cus Brescia, Malcolm Bueno y Leosdanis Sánchez.
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