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Milos Forman (República Checa, 1932) falleció en su casa de Hartford (Connecticut) a los 86 años, según informó su esposa Martina, tras una corta enfermedad. Director de cine, guionista y actor, Forman consiguió el aprecio dentro y fuera de su país, y al menos dos de sus grandes películas alcanzaron los mayores reconocimientos a que puede aspirar una obra en Estados Unidos.
La filmografía de Milos Forman está conducida por su espíritu contestatario y su amor a los personajes inconformes y rebeldes, anticonvencionales y chocantes, como son los protagonistas de sus filmes más conocidos, y también de los menos celebrados, aquellos que realizó en su país de origen y que apenas lograron trascender, injustamente, la celebridad local. He aquí diez razones para amar los filmes de Milos Forman y condolernos por la desaparición de un gran artista.
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1. Amores de una rubia (1964) fue un exitazo en su país y en otros de Europa Oriental con su elogio a los soñadores, a los idealistas, aplastados por la rutina y el materialismo. Los desnudos de la actriz principal, Jana Brejchová, hicieron época en una película brillante y natural.
2. Un ejemplo de comedia política, sátira al aburrimiento, al oficialismo y la obediencia ciega, a la mediocridad, la estulticia y el mal gusto fue Fuego, bomberos (1967), el último filme que Forman realizó en Checoslovaquia. Luego de la primavera de Praga, en 1968, emigró a Estados Unidos.
3. Pero su rebeldía nunca se limitó a Checoslovaquia y a las críticas al socialismo. En su primera gran película americana, One Flew Over the Cuckoo's Nest (1976), construyó una metáfora de Estados Unidos como un gran asilo para locos, regido por una disciplina férrea e intolerante que solo margina y enajena al individuo.
4. En Cuba, One Flew Over… se llamó Atrapado sin salida, y fue adorada cuando llegó a los cines en tanto exaltaba la locura como un valor positivo, a través de la presencia incandescente de Jack Nicholson, en una de las mejores actuaciones de la historia del cine todo.
5. Por supuesto que un personaje como Milos Forman adoraba los hippies y detestaba la guerra. Así lo hizo patente en ese musical llamado Hair (1980), que le canta al amor libre, a la paz, a las melenas, a los inadaptados y a los blue jeans.
6. Es cierto que hizo pedazos la historia oficial de Mozart y de Salieri, pero casi todo el mundo adoró la risa burlona de Amadeus, en la película homónima de 1984. Este Mozart era víctima de la envidia de los mediocres y de la incomprensión de los poderosos.
7. Siempre subestimada, Valmont (1989) es un soberbia adaptación de la novela francesa Les Liaisons dangereuses, que habla otra vez de los inocentes maltratados por el vicio y la corrupción, en medio de una Francia decadente y muy dividida en castas.
8. Lejos llegó el cineasta en su defensa de los anticonvencionales y fuera de las normas cuando realizó The People vs. Larry Flynt (1997) que cuenta la historia de la revista porno Hustler, y del excéntrico millonario que la fundó, en la época de la revolución sexual. Forman defiende el asunto como un caso de legítima libertad de expresión.
9. El cineasta supo aquilatar el talento de Jim Carey en Man on the Moon (1999), la biografía de Andy Kauffman, un hombre frenético, con una personalidad que pasaba con facilidad del humor a la tragedia, tal y como ocurría en los mejores filmes de Milos Forman.
10. Milos Forman se las arregló para liderar dos movimientos cinematográficos trascendentales: el milagro checo, junto con Vera Chytilová y Jiri Menzel, y el llamado New Hollywood, junto con Steven Spielberg y Martin Scorsese.
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