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Miguel Díaz-Canel, posible relevo en la Presidencia de Cuba, acompañó a Raúl Castro a recibir a la delegación que el Gobierno cubano envió a la VIII Cumbre de las Américas en Lima, Perú.
Cubadebate dijo que Castro los recibió con “felicitaciones y un fuerte apretón de manos” por la firme postura que mantuvieron en Lima para “defender los principios de la Revolución".
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El grupo, integrado por más de un centenar de personas, jóvenes en su mayoría, lo hizo todo perfectamente como el Gobierno quería. No dialogaron con los opositores y se dedicaron a sabotear las ponencias de todo el que tuviera que decir algo en contra del régimen. Entre consignas y escándalos en las salas de conferencia, los enviados por Castro hicieron un himno de la frase “Con Cuba no te metas”.
La idea le gustó mucho a las autoridades y la prensa oficialista. Según Juan Antonio Fernández, embajador cubano en Perú, “surgió de nuestras esquinas y barrios, del respeto que día a día nos hemos ganado en sesenta años de resistencia; somos un pueblo pequeño pero digno, eso viene de los Maceo, de Martí, de nuestros héroes, de Fidel y de Raúl”.
Al recibimiento fueron también Esteban Lazo Hernández, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, José Ramón Machado Ventura, segundo secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Marcelino Medina González, viceministro primero de Relaciones Exteriores.
Fernández Palacios dijo además que “fue una Cumbre en condiciones complejas, distinta por el contexto político a la que se celebró en Panamá. Una Cumbre que tuvo de trasfondo la arremetida neoliberal, con Lula preso y gobiernos progresistas en una situación de ataque desde la derecha”.
“Es la segunda vez que participamos en estas cumbres, nos lo ganamos por derecho propio y vamos a seguir estando donde tenemos que estar para decir nuestra verdad y para hablar con la voz de los sin voz”, manifestó.
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