La primera dama de Cuba, Lis Cuesta Peraza, exhibe un tatuaje en su espalda, algo inusual en la cúpula del poder de la Isla.
Cuesta, de 47 años, es la primera mujer de un presidente en asumir este cargo desde que llegara Fidel Castro al poder. Aunque no es oficial, la prensa cubana ya acuñó el término refiriéndose a ella como primera dama durante la visita a La Habana del presidente venezolano Nicolás Maduro y su esposa, Cilia Adela Flores.
Actualmente Lis es una funcionaria de la Agencia de Viajes Paradiso, perteneciente al Ministerio de Cultura. Conoció a Miguel Díaz-Canel cuando este trabajaba como primer secretario del Partido Comunista en Holguín.
Tiene dos hijos de un anterior matrimonio con un militar y antes de casarse con Díaz-Canel, trabajaba en el Instituto del Libro en su provincia.
Cuesta ha acaparado portadas de los medios desde que su esposo fuera designado por el Consejo de Estado de Cuba como el nuevo presidente. Varios analistas afirman que el carácter fuerte de esta mujer podría llevarla a ocupar cargos de mayor responsabilidad en el país.
La imagen de su tatuaje se ha hecho viral en los últimos días y, aunque no se logra ver claramente la figura, este ha generado un debate en las redes sociales.
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