Cinco equipos desaladores de agua serán instalados en la segunda mitad del año en tres municipios de Granma, donde el agua empleada para el consumo humano tiene un alto índice de sales y otros minerales, que suele agravarse con la sequía.
Según informó al periódico La Demajagua Marbelis Campos Buquet, delegada del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos en el territorio, los asentamientos beneficiados son Buey de Gallego, en el municipio de Yara; Troya, en Manzanillo, y Las Mangas y Rosa la Bayamesa, en Bayamo.
Con anterioridad se instaló otra planta en el barrio rural El Salvial, de Cauto Cristo, la primera de la provincia, que ya está lista para ponerse en marcha.
El acceso al agua potable es uno de los problemas del país, el cual se ha agravado debido a la sequía que afecta más de la mitad del territorio. Hay pueblos donde sus moradores tienen que recorrer kilómetros cargando el líquido.
El gobierno construyó el año pasado la primera planta desalinizadora en Santiago de Cuba a la que siguieron otras que se ubicaron en los polos turísticos.
En marzo de 2017 Rusia brindó su colaboración para instalar módulos portátiles capaces de desalinizar el agua del mar. Recientemente un grupo de estudiantes de la Universidad del Sur de Georgia destinaron sus vacaciones para visitar Cuba, donde entregaron 72 filtros a familias de bajos recursos.
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