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El pasado 20 de abril un matrimonio vio morir a sus dos hijas gemelas poco después de nacer en el hospital Mariana Grajales de la ciudad de Santa Clara, al centro de Cuba.
El padre está devastado y dijo que aunque sabe que el Gobierno puede tomar represalias en su contra por denunciar el hecho, no le interesa. “Que hagan conmigo lo que quieran. El dolor y el sufrimiento que llevo por dentro me dan fuerzas para hacérselo saber al mundo entero”, dijo.
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La madre de las pequeñas comenzó con los dolores de parto poco después de las 12 de la noche y no fue hasta las 8 de la mañana que los médicos la atendieron.
Según el testimonio del padre para Telemundo 51, al frente de la sala estaba una residente en ginecología que se acostó a dormir.
“La dejaron reventarse arriba de una cama, no le pusieron ni el suero”, aseguró.
“Cuando comenzaron a atenderla ya mi esposa estaba descompensada del azúcar y la presión. Mis hijas nacieron vivas pero no pudieron salvarse”.
No existe un lugar en el que puedan quejarse por eso el padre ha decidido denunciar el caso en los medios internacionales.
“No hay a dónde ir, dónde quejarse… Los culpables siguen ahí matando gente y no pasa nada”, dijo.
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