Nicolás Maduro busca perpetuar su dictadura en comisios fraudulentos. Este domingo Venezuela está en elecciones y durante todo el día ocupan portadas las imágenes de los colegios vacíos.
La población rechaza a Maduro pero este busca mecanismo para falsificar datos y sobornar a los más pobres.
Sin previo anuncio, los centros electorales comenzaron a cerrar progresivamente desde las seis de la tarde y el Frente Amplio que une a las principales fuerzas de la oposición venezolana, anunció seguidamente en una rueda de prensa que de acuerdo a sus datos preliminares, menos del 30% había votado.
Juan Andrés Mejía, diputado por Voluntad Popular, dijo que el gobierno montó "puntos rojos" (mesas para controlar el "carnet de la patria"), a menos de 200 metros del 85% de los centros de votación.
"Ahora están terminando de cocinar los números definitivos para terminar de montar esta farsa electoral", afirmó.
"Ustedes vieron como los centros de votación estuvieron vacíos y ahora van a vender una realidad que no existió. Aquí no hay democracia, nuestro derecho a votar y elegir fue secuestrado el día de hoy".
Aunque el Consejo Nacional Electoral (CNE) le prohibió entregar el un bono en bolívares que había prometido a todos aquellos ciudadanos que participaran en los comicios, la agencia Reuters informa que venezolanos de escasos recursos llevaban sus "carnets de la patria" emitidos por el Gobierno, con la esperanza de recibir el "premio" prometido por Maduro.
En las votaciones se prevé, no obstante, que Maduro sea reelegido por seis años más, dado que sus principales rivales no pudieron postularse. Estados Unidos, y varios países de Europa y América Latina han dicho que no reconocerán el resultado.
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