El barrio más rico de Estados Unidos está en Miami

Miami recibe todo el tiempo elogios por su clima y quejas por sus sueldos: hay poca discusión sobre el enorme costo del nivel de vida en una ciudad donde se paga menos por un trabajo que en casi cualquier otra de las grandes urbes de Estados Unidos.

Y, paradójicamente, Miami alberga el barrio más rico de Estados Unidos. Si tomamos en cuenta que EE.UU. es el país más rico del mundo, no suena descabellado decir que Fisher Island califica también como uno de los barrios más ricos del mundo.

El código postal de esa pequeña isla privada adjunta a Miami Beach tiene la mayor renta per cápita de todo el país: el sueldo promedio de sus 1.300 residentes ronda los 2,5 millones de dólares al año, según un estudio recientemente publicado por la agencia financiera Bloomberg.

Para hacerse una idea: los residentes de este barrio ganan un millón de dólares más al año que los habitantes del segundo barrio más rico de Estados Unidos: la ciudad de Atherton, en el corazón de Silicon Valley, donde viven varios dueños de las principales compañías tecnológicas del país.

Hasta Fisher Island solo se puede llegar en un ferry, y la playa privada que posee tiene arena blanca traída desde Bahamas. La identidad de sus residentes es uno de los secretos mejor guardados del mercado de bienes raíces: quien compra y vive allí, quiere mantener su vida privada lejos de los focos. Por lo general suelen ser actores, deportistas o empresarios de diversas partes del mundo.

De hecho, los acaudalados residentes de la isla no necesitan salir de ella para nada: el paraíso donde viven es una ciudad en sí misma, con escuela para niños, bancos, oficina postal, supermercado, hospital. Tiene campo de golf, 18 pistas de tenis, un parque de diversiones para los perros de los residentes y hasta un observatorio astronómico.

Para el mercado local de bienes raíces Fisher Island es un motivo de orgullo y pedigrí. Pero más allá del glamour de este paraíso privado, el islote es representativo de la inequidad social de Miami, en 2017 la segunda zona metropolitana de Estados Unidos con mayores niveles de pobreza. Justamente en esa misma ciudad, está también el barrio más rico del país, y quizás del mundo.