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Miami, 25 may (EFEUSA).- El expresidente panameño Ricardo Martinelli, detenido en una cárcel de Miami, reveló en una carta que durante su mandato (2009-2014) siempre apoyó los intereses de Estados Unidos y siguió instrucciones de la CIA.
Una muestra de ello fue la interceptación en 2013 del buque norcoreano Chong Chon Gang, que abandonó Cuba con armamentos y fue detenido en el Canal de Panamá.
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“Yo personalmente inspeccioné la nave y encontré armas, misiles, planos y radares que violaban el embargo de las Naciones Unidas”, detalla en la misiva el exmandatario, quien enfrenta un proceso de extradición a su país.
Según Martinelli, recibió una llamada del entonces mandatario estadounidense, Barack Obama, para agradecerle la intervención del buque.
El ex jefe de Estado agrega que este hecho motivó que el presidente cubano, en ese entonces Raúl Castro, le llamara por teléfono y le advirtiera que si el Chong Chon Gang era detenido “sufriría graves consecuencias”, “amenazas” de las que luego dio cuenta al Gobierno de EE.UU.
Relata que posteriormente fueron a Panamá el vicepresidente estadounidense y el secretario de Estado, en aquella época Joe Biden y John Kerry, respectivamente, para agradecer en persona la detención del buque y asegurarle que las amenazas "eran tomadas en serio" y que si necesitara ir a Estados Unidos "podía hacerlo sin temor".
“Tenía la impresión de que uno podía confiar en las promesas de tales funcionarios estadounidenses. Estaba equivocado”, agrega el exdirigente en el texto de cuatro páginas, fechado el 14 de mayo pero difundido hoy por sus abogados.
El documento, dirigido al Gobierno y al pueblo de Estados Unidos y cuya autenticidad ha sido corroborada a Efe por su portavoz, Luis Eduardo Camacho, Martinelli explicó que el pedido de extradición planteado por el Gobierno de Panamá es consecuencia de una “vendetta política” encabezada por su exvicepresidente y ahora mandatario, Juan Carlos Varela.
Ejemplos también de su postura “100 % proestadounidense” fue la defensa de los intereses de ese país durante las negociaciones que iniciaron las FARC y el Gobierno colombiano en Cuba, en las que impidió que elementos de la guerrilla usaran el territorio panameño como “santuario” o “refugio”; además de reducir el narcotráfico hacia EE.UU. a través del país centroamericano.
En la batalla contra el tráfico de drogas, el expresidente alude a los 19 radares que se establecieron en su mandato y que supuestamente estaban conectados con la base militar Southcom y que permitió la captura de líderes de carteles de Colombia.
En las Naciones Unidas, Panamá “votó el 100 % de las veces con Israel”, un aliado estratégico de EE.UU. y que le valió a Martinelli ser declarado “persona no grata” en especial por el Hizbulah, según dijo.
En otra ocasión señaló que la CIA lo llamó para pedirle el “rescate” de un agente de este organismo destacado en Milán (Italia) y que era reclamado por el país europeo por el asesinato de “varios terroristas islamistas”.
De igual manera, durante un almuerzo en Langley, sede de la CIA, se le informó que podía ir a Estados Unidos “si alguna vez necesitaba protección de Varela y de otros gobiernos”.
Martinelli, quien el jueves formalizó con un escrito en una corte de Atlanta (Georgia) el retiro de la apelación que presentó cuando se le denegó un “habeas corpus”, señaló finalmente que su carrera política “está lejos de acabar” y que todo el proceso judicial en Estados Unidos lo ha convertido en un “mártir político”.
Si el Departamento de Estado, el que tiene la última palabra, elige extraditarlo, solicitó que se haga de manera “expedita”, conforme al tratado de extradición suscrito por ambas naciones en 1905 y con su cláusula de especialidad, es decir, que solo podría ser procesado en su país por el caso por el que es pedido, que es el de escuchas ilegales a más de un centenar de opositores. (EFEUSA)
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