Más de 2.000 cubanos han ingresado ilegalmente a Chile en lo que va de año

La inmigración ilegal en Chile se ha incrementado drásticamente, en especial con el ingreso reciente de unos 2.078 cubanos, cifra que representa el 65% del total de inmigrantes que entraron a ese país suramericano de forma ilícita en lo que va del presente año 2018.

Según datos de la Policía de Investigaciones (PDI) citados por el diario chileno La Tercera, entre el 1 de enero y el 25 de mayo de 2018, las autoridades registraron unas 3.182 denuncias en general por este tipo de entrada a Chile.

Las cifras recopiladas en estos casi cinco meses superan con creces al escenario vivido en años anteriores. Por ejemplo, en todo 2016 se produjeron 2.659, es decir, 523 casos menos que este año. En tanto, entre enero y octubre de 2017 se denunciaron 1.594 casos.

Entre cubanos y dominicanos encabezan estos índices de 2018 con el 92% de las entradas por pasos no habilitados. A ambas naciones se les exige una visa consular para turistas y de acuerdo con el diario, la prohibición recibida en frontera por falta de esta documentación culmina muchas veces en el pago a bandas chileno-peruanas dedicadas a “cruzar” personas de forma ilegal.

En el caso específico de los nacionales cubanos, las cifras se dispararon a principios de este año y no antes, pues entre enero y octubre de 2017 se contabilizaron solo 175, mientras que en todo 2016 fueron solo 38.

Para el prefecto Bernardino Cárdenas, de la Policía Internacional de la PDI, una de las causales que pueden explicar el fenómeno cubano está relacionada con la finalización de la política migratoria estadounidense de “pies secos/pies mojados”. Este protocolo permitía el ingreso de inmigrantes de la isla solo con el hecho de pisar territorio de ese país.

“Esto ha llevado a los nacionales de Cuba a buscar otros horizontes dentro de la región, motivados generalmente por variables geográficas, políticas, económicas, familiares y laborales. En ese contexto, Chile se convierte en un país atractivo para migrar”, dijo el detective.

Por su parte, José Tomás Vicuña, director nacional del Servicio Jesuita al Migrante (SJM), opina que “en el caso de cubanos y dominicanos es claro que la visa de turismo no ha contenido el flujo, sino que lo ha precarizado y ha llevado a la proliferación de redes de tráfico”.

En este sentido, consideró extraño que con estos antecedentes “el gobierno aplique el mismo instrumento con Haití”. Esto último en relación con la visa consular que se exige a las personas de esa nacionalidad desde abril pasado.

“Se ha dicho que es para protegerlos de abusos que han sufrido, pero esta medida va a acrecentar sus riesgos”, agregó.

Según indicó la PDI, los principales pasos no habilitados se encuentran en el norte de Chile. Cárdenas advirtió que estos lugares proliferan, principalmente, “por el sector costero y la línea ferroviaria de las ciudades de Arica y Tacna, o por el desierto en la zona de Colchane-Pisiga”.

El cruce ilícito es generalmente realizado a pie o con la ayuda de personas que engañan a los migrantes, con el fin de obtener beneficios económicos. “Hacen que los viajeros ingresen al país de forma clandestina, puesto que estos antisociales los inducen a engaños que llevan a que los pasajeros eviten los controles fronterizos”, señaló Cárdenas.

Investigaciones realizadas por la policía civil indican que los cobros por cruzar la frontera pueden sobrepasar los 1.000 dólares por persona.

Según recoge La Tercera, entre 2017 y 2018 la policía ha liderado 11 investigaciones por tráfico de migrantes, principalmente en la frontera norte del país; no obstante, se registran tres casos surgidos en el Aeropuerto Internacional de Santiago.

A finales del pasado abril, trascendió que algunas autoridades chilenas abogan por otorgar a los cubanos una visa especial, creada anteriormente para los refugiados provenientes de Venezuela.

Felipe Kast, senador del partido chileno Evópoli (Evolución Política) solicitó para los isleños la llamada "visa de responsabilidad democrática”, que permite a los migrantes entrar al país con un RUT (Rol Único Tributario) provisorio y con una autorización legal para encontrar trabajo.

Kast sostuvo que ese tipo de visa es "una tremenda oportunidad para nuestros vecinos venezolanos, quienes hoy día se encuentran coartados en su libertad", y añadió que por ese mismo motivo es necesario plantear al gobierno de Sebastián Piñera que esa “oportunidad se haga extensible a Cuba".