El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha abierto hoy las puertas de la Casa Blanca a un grupo que representa a familiares de estadounidenses asesinados por extranjeros indocumentados y que se hacen llamar 'Angel Families'.
“Ellos sí que están separados de sus seres queridos. No un día ni o dos. Están separados permanentemente”, dijo Trump en un acto con agentes de la ley y representantes de la asociación, en un intento por desviar la atención luego de una semana de duras críticas a nivel nacional e internacional tras saberse que más de 2.000 niños han sido separados de sus padres al entrar ilegalmente en el país por su política de 'tolerancia cero'.
“Sus pérdidas no han sido en vano. Nos aseguraremos de que sus historias salgan a la luz y vamos a tener un país más seguro”, afirmó Trump, reforzando su discurso de identificar inmigración irregular con criminalidad, en un salón lleno de las fotos de las víctimas.
Para ello, Trump también invitó a estadounidenses de origen extranjero pero que llegaron al país de forma legal, como una madre nacida en Alemania que perdió a su único hijo asesinado por un inmigrante ilegal. “Sus cenizas es todo lo que tengo. Nosotros ya no podemos abrazar nunca más a nuestros hijos”, dijo mientras sostenía una pequeña urna en sus manos.
Asimismo, Trump aseguró que los inmigrantes ilegales también son culpables de las muertes por sobredosis de heroína, ya que "el 90% de la heroína entra por la frontera sur".
“No descansaremos hasta que nuestras fronteras estén seguras, nuestros ciudadanos estén a salvo y terminemos con la crisis migratoria”, reforzó el presidente poco después del encuentro en su cuenta de Twitter.
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