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El cuentapropista Luis Hernández Martín, de Holguín, se ha visto obligado a cerrar la paladar Celia Cruz, situada en la calle Frexes de esa ciudad, debido al hostigamiento y amenazas sufridos por las instituciones del régimen.
Según cuenta Martí Noticias, desde antes de abrir el local, Hernández Martín ya estaba siendo molestado por la policía y la Seguridad del Estado.
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El motivo: haber escogido para su negocio el nombre de la cantante cubana que desde que emigró hacia Estados Unidos estuvo prohibida en la Isla.
El oficial operativo de la Seguridad del Estado que lo “atendía”, de apellido Chapman, trató de convencerlo para que lo denominara “Azúcar”, uno de los símbolos de la artista.
Después llegaron las cartas de advertencia, las amenazas de retirarle la licencia para vender alimentos y las trabas del Banco para dificultar la devolución de los 3.700 pesos del crédito que le habían otorgado.
El pasado 24 de mayo, por orden del gobierno, le quitaron el metro contador y le cortaron el suministro de la corriente.
“Estuve sin electricidad 20 días, se echaron a perder todos los productos que había en las tres neveras: queso, jamón, helado, pizzas, sándwiches, hamburguesas, de todo lo que lleva un Café complementado. Se echó a perder todo, con una pérdida de 10.000 pesos”, dijo.
“Cuando fui a pagar el contador (el mismo que había sido retirado) me pidieron 800 pesos más, por encima, diciendo que este mes había consumido. Eso es una estrategia ya que yo, al no tener contador no tenía consumo de corriente, y al haber estado ingresado no podían haberme llegado 1.955 pesos de consumo”, añadió.
“¿Dónde vas a reclamar? ¿Adónde vas a ir? No pasa nada. Lo que me han hecho es un sabotaje”, expresó este emprendedor, que ha llegado a sufrir incluso amenazas directas de la Seguridad del Estado.
Hernández ha sufrido tanto que tuvo que ingresar durante varios días en el Hospital Psiquiátrico de Holguín.
“El régimen cubano no perdona. Esperaron que hiciera el negocio, que lo fortaleciera, que invirtiera una inmensidad de dinero (cifrado en 1000 mil pesos), el dinero del banco, los ahorros de mi madre, mi salud, para cuando ya estuviera floreciente como estuvo, desbaratarlo completamente”, concluyó.
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