Un agente de seguridad del Departamento de Estado que estaba en Singapur en los preparativos de la Cumbre entre Donald Trump y Kim Jong-un, detectó un sonido extraño similar a los que experimentaron diplomáticos norteamericanos en Cuba y China.
El hecho ocurrió justo mientras Trump volaba a la ciudad-estado para su reunión con el líder coreano; el agente fue examinado inmediatamente por los médicos.
La delegación estadounidense intercambió mensajes urgentes con la sede del Departamento de Estado en Washington, la sección de Seguridad Diplomática y el Servicio Secreto estadounidense.
Según la agencia AP resultó ser una falsa alarma.
En 2017 las relaciones entre Estados Unidos y Cuba se resintieron debido a la denuncia por parte de funcionarios de la embajada norteamericana en La Habana, de haber sufrido mareos, náuseas y hasta daños cerebrales, al parecer consecuencia de ataques acústicos.
La situación volvió a repetirse el pasado mes de mayo en la ciudad de Guangzhou, China, donde Estados Unidos tiene un consulado.
Hasta el momento se han examinado a norteamericanos en al menos siete ciudades de seis naciones, y han sido confirmadas 26 personas afectadas.
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