El periodista cubano Michel Contreras arremetió contra el comentarista deportivo de la Isla Renier González a raíz de la eliminación de Argentina y Portugal en el Mundial de Rusia.
El primero mostró, a través de su perfil de Facebook, su indignación por lo que considera una "ciega parcialidad anti-Messi y pro-Cristiano".
En sentido criticó a González por lo que considera un trato desigual ante la actuación de ambas estrellas en la eliminación de sus selección a manos de Francia y Uruguay respectivamente.
A continuación reproducimos de forma íntegra el texto publicado:
Lo digo con toda la indignación de un periodista que suma tres camiones de coberturas periodísticas y más de dos décadas en el cultivo del oficio más hermoso del mundo. ¿Hasta dónde va a llegar el irrespeto de Reinier González, avasallando la profesión en cada juego del Mundial con su ciega parcialidad anti-Messi y pro-Cristiano? Soy el primero que sostiene que la imparcialidad no existe; total, inclusive al elegir una corbata se toma partido (Sartre dixit).
De manera que entiendo que él tenga la preferencia que le venga en ganas, declarada además en un tristemente famoso vídeo casero donde dejó claras sus posiciones con detalles secundarios añadidos. Pero de una cosa a la otra va un buen trecho.
El propio Sergio Ortega demuestra que se puede ser tendencioso con comedimiento; que se puede manipular la información y llevar las riendas del criterio mayoritario sin renunciar a las armas del sentido común y la mesura. Ejemplos de lo que digo pueden encontrarse en cada transmisión de Argentina y Portugal (las tengo todas grabadas en HD, porque yo también sé ser un sicópata obsesivo), y sin dudas la de ayer le colocó la archiconocida tapa al celebérrimo pomito: al sonar el pitazo final del Uruguay-Portugal, una voz funeraria se explayaba en elogios para lo que había hecho y dejado de hacer CR7, y que si esto y lo otro, y que si lo de más allá, para cerrar con algunas palabras encomiásticas (unos cumpliditos) para Cavani y los charrúas que acababan de pasar con sobrados merecimientos a los octavos de final.
Se le salía la tristeza de una manera tan vulgar que todos los que estaban a mi lado, madridistas y barcelonistas, mesiánicos y cristianistas, ateos y creyentes, soltaron un "ño" unánime. ¡La botó!, diría mi amigo Arzuaga. Y nadie está por encima de la ley y el periodismo.
A escupir su fanatismo en las redes sociales, como yo, pero no en una transmisión televisiva o en una cobertura escrita. Tan exigentes que somos con tantísimas zonceras en la UPEC y el ICR, y tanto paño tibio y vista tonta que ensayamos con violaciones tan elementales de los principios éticos. ¡Ay Dios mío, pon una parabólica cerca de mi casa, por favor!.
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