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Uno de los poquísimos exponentes del arte bizantino en Cuba, el Teatro Tomás Terry de Cienfuegos, se encuentra sujeto a una reparación capital que ha requerido de millonarias sumas de inversión, según medios oficiales.
Para las obras de rehabilitación del portentoso inmueble, el Gobierno cubano, de conjunto con la asociación europea “Cuba Cooperación Francia”, dispuso del artista italiano Verdiano Marzi, quien viajó a la Isla para dirigir las labores y proporcionar adiestramiento a egresados de la escuela de oficios de la Oficina del Conservador.
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Según informó el periódico local 5 de Septiembre, se trata de lograr rescatar los valiosos mosaicos venecianos que ostenta este Monumento Nacional cienfueguero, así como el plafón, las escaleras y obras de arte en general que exhibe el centro desde su creación.
El secretario de la Asociación Cuba-Francia, Bernard Montage, dejó saber además que ese grupo mixto ha participado en más de 30 proyectos ejecutados en la Isla.
Para las presentes obras, la organización donó “50 mil euros para financiar la restauración de estos mosaicos de la casa veneciana Salviati, colocados para la inauguración del teatro, el 12 de febrero de 1890”, detalló.
“Cada trabajo de restauración es diferente”, relató Marzi por su parte. “Aquí, la especificidad era el interés de Cuba Cooperación Francia en colaborar con el pueblo cubano, y en especial los jóvenes cienfuegueros, enseñarlos, y eso me motivó mucho”.
Desde los nueve años, Verdiano Marzi, se inició en el arte de los mosaicos. Aprendió en su villa natal de Ravenna a componer con teselas —pequeñas piezas de rocas, cerámica o vidrio— imágenes artísticas, figurativas o abstractas.
“Ravenna es una villa, considerada la capital de los mosaicos paleocristianos bizantinos del primer período cretense, entre los siglos quinto y sexto. Es un arte que ha sido poco reconocido, y valorado, pero que ahora ha renacido”, explicó.
Cuando evaluó el estado de las obras en el Terry, el italiano recomendó la restauración inmediata porque las piezas tenían un alto grado de deterioro. “Yo vi el mosaico del centro más deteriorado, pero luego constaté —al compararlo con los otros dos y tocarlos— que las teselas estaban separadas”.
Durante la segunda etapa de trabajo, de noviembre a enero de 2019, Marzi espera que “los mosaicos queden reconstruidos igual que los originales” poco antes de que se celebre en abril próximo el bicentenario de la ciudad.
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