La escasez de gas en Matanzas pone a correr hasta a los más despistados. En el Consejo Popular ubicado en Álvarez el camión trae 204 balitas o 168 cilindros a diario y vuelan. No alcanza para mantener la venta durante el tiempo que permanece abierto el punto de venta. El problema, según William Jorge Valero, trabajador del centro, es que tienen "demasiados clientes", según recoge el diario local Girón.
Por eso siempre hay cola en la puerta pese a que los horarios se lo ponen difícil a los consumidores que trabajan: lunes, miércoles y viernes, de 12:00 a 4:30 p.m y martes y jueves de 8:00 a 12:00 a.m. y de 1.00 a 4:00 p.m. Los sábados sólo abre hasta el mediodía.
La gente es pragmática: llega y pregunta cuántas balitas ha traído el camión, se cuentan en la cola y deciden si se quedan o se van porque saben de antemano que no van a alcanzar.
Sin embargo, el punto de venta que está frente al Parque Maceo de Matanzas vive una realidad distinta: no tiene cola. Hay más cilindros llenos que vacíos.
Algo similar, según el rotativo oficialista, ocurre en el punto de Peñas Altas, aunque reconoce que a finales o principios de año siempre tienen faltante.
La matancera Amelia Domínguez no entiende por qué las balitas llevan tan poco combustible. "Antes un cilindro me duraba hasta dos meses, ahora apenas un mes. Me han explicado que antes el combustible era importado y el que está entrando es de producción nacional, de Varadero. Entonces una cuestión lógica sería rebajarle el precio, no?”., se pregunta.
Aleida López Padrón recuerda que en los hogares sólo hay dos opciones para cocinar: electricidad o gas y ambos salen muy caros en Cuba.
Pese a la escasez, en la provincia se continúan haciendo contratos para vender el gas por la libre. No hay orden de paralizar un proceso que se inició hace ya tres años.
El diario oficialista asegura que detrás de los faltantes está la rotura de un camión, la mala gestión o un estudio ineficiente del mercado.
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