A sus 99 años, aristócrata cubana festeja por adquirir nacionalidad española y el marquesado de Almendares

La gran satisfacción de esta habanera radicada en Miami desde hace 58 años es haber cumplido su propio sueño de tener la nacionalidad española.

María Elena de Cárdenas © Youtube/ EFE
María Elena de Cárdenas Foto © Youtube/ EFE

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Este artículo es de hace 6 años

Miami, 4 jul (EFEUSA).- La aristócrata cubana María Elena de Cárdenas, cuyo nombre saltó a los medios españoles por su pleito por un título nobiliario en poder de la empresaria Alicia Koplowitz, se acerca a sus 99 años lúcida, cantarina y satisfecha de haber logrado la nacionalidad española y el marquesado de Almendares.

Este jueves 5 de julio, "si Dios quiere", su familia festejará el cumpleaños de "Manana", como todos la llaman, en una reunión en su casa de Coral Gables, una zona residencial del condado de Miami-Dade que se distingue por sus viviendas de aire español y sus calles con nombres como Granada, Valencia, Alhambra o Sevilla.


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Además de su familia más cercana asistirá a la fiesta un pianista amigo para interpretar las canciones que le gusta cantar a "Manana", quien este año ha recibido por adelantado dos alegrías, de las cuales está "muy feliz", dice a Efe su hijo, Luis de la Vega.

El Tribunal Supremo de España dictó sentencia firme hace unos meses a favor de "Manana", como la llaman su familia y amigos, en el pleito por el marquesado de Almendares con Miguel Mariano Freire Gómez, nieto de un presidente de Cuba, pero su mayor orgullo no es el haber recuperado uno de los títulos nobiliarios que su padre siempre deseó que volvieran a la familia.

La gran satisfacción de esta habanera radicada en Miami desde hace 58 años es haber cumplido su propio sueño de tener la nacionalidad española, según dice en una declaración enviada a Efe.

El nombre de "Manana" apareció el año pasado en los medios españoles por haberle disputado judicialmente el título de marquesa de Bellavista a la empresaria Alicia Koplowitz, una de las mujeres más ricas de España, que lo llevaba hasta entonces.

Ese pleito y otro interpuesto contra la sobrina de la empresaria, Alicia Alcocer Koplowitz, en este caso por el marquesado de Campoflorido, iniciado a la vez que el que acaba de ganar definitivamente, aun están por resolver.

Koplowitz ha recurrido la sentencia de primera instancia referida a Bellavista y Alcocer la de apelación por Campoflorido.

En ambos casos lo jueces establecieron el "mejor derecho" de la nonagenaria cubana a ambos títulos.

No es que "Manana" y su familia hubieran perdido los títulos que a partir de 2014 reclamaron, sino que estuvieron inactivos mucho tiempo debido a las circunstancias por las que atravesaron ellos y otros miles de cubanos en la segunda mitad del siglo XX debido a la Revolución encabezada en 1959 por Fidel Castro.

Otras personas los reclamaron mientras ella, su esposo y su hijo trataban de rehacer desde "cero" su vida en un nuevo país.

María Elena de Cárdenas, descendiente de una familia llegada a Cuba en el siglo XVI, se muestra muy agradecida con la Justicia española por haber atendido su caso y ha pedido al rey Felipe VI que que expida a su favor "Real Carta" de sucesión en el marquesado de Almendares.

La recuperación de los títulos familiares era un anhelo de su padre y ella se sentía responsable ante él y ante su hijo y nietos de dar cumplimiento a sus deseos, señala.

A punto de cumplir 99 años, "Manana", que cuando era niña le decía a su madre que quería ser sevillana como ella, ya es española por sus vínculos de sangre.

Dice que su familia tanto en Cuba como en Miami, nunca dejó de sentirse española. "Muchos españoles -dice- no son conscientes de la suerte que tienen de pertenecer a una nación generosa y comprometida como pocas, donde sus gentes son tan encantadoras y la calidad de vida incomparable".

Ahora que es española, se decide a dar su opinión sobre el "problema catalán".

"Manana" no entiende que "una parte de los catalanes quieran dejar de ser también españoles, cuando tienen la gran dicha de poder ser las dos cosas al mismo tiempo" y considera "triste e innecesaria" la división y malestar generados.

"A mis años se ven las cosas de otra forma y pienso que los sentimientos de fraternidad y unión entre pueblos son más nobles y constructivos que los de división y odio", subraya.

Sus consejos para las generaciones que vienen detrás de ella son: "que sientan siempre la alegría de vivir, que estén conformes con lo que tienen, que tengan aspiraciones que sean posibles y que quieran mucho al Señor". EFEUSA

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