El pasado día 4 de julio la cultura cubana sufrió una gran pérdida: el fallecimiento de la reconocida actriz Natalia Herrera.
La artista, nacida el 28 de mayo de el 1923 en barrio habanero de Lawton, nos dejó a los 95 años de edad con una consolidad carrera en el cine, la radio, el teatro y la pequeña pantalla.
Su partida ha dejado un gran vacío entre sus seres queridos así como en otras personalidades del arte de la Isla, que no han dudado en mostrar su respeto, cariño y admiración hacia Natalia a través de las redes sociales.
Muestra de ello son las emotivas palabras que han plasmado los humoristas Marcos García y Ulises Toirac, quienes tuvieron el placer de disfrutar en primera persona del gran talento y la amistad de Natalia.
Ulises Toirac escribió junto a una serie de imágenes pertenecientes al proceso de rodaje de la cinta Chivichana La Película y en la cual participó Natalia:
- ¡Los tienes en el hombro, niño, no jodas más!
Ella escogía el arroz divertida en su pequeño apartamento ubicado a pocos metros de la Casa de la Música de Miramar y me miraba con ojos pícaros y siempre sonrientes.
Se refería a los santos que a decir de ella me protegen.
- ¡Debías de vez en cuando comprarles flores, niño! Aunque a decir verdad a ellos no les importa.
Era deliciosa. En la cámara, en el escenario, en el micrófono y en la calle. De esas personas que irradian.
Sabía muchísimos chismes e historias de la época en que paraba el tráfico (que se extendió bastante por cierto) y compartía aquellos sueños vividos con absoluta alegría.
Mimaba, regañaba, compartía y hablaba con ese halo que solo las personas interesantes saben vestir hasta para las oraciones más banales.
Ayer murió Nata.
Y ojalá venga a mi hombro un día. Ella sola puede.
Marcos García, por su parte, no tardó en recordar el gran vínculo afectuoso que le unía a la actriz:
Se ha ido de éste plano terrenal mi amiga Natalia Herrera. Artista grande de mi patria. Además de hacerme un café exquisito, siempre me dio consejos valiosísimos, conversación largas, divertidas anécdotas y lectura de cartas cada vez que la visitaba. Me regaló hace muchos años una piedra de El Cobre que llevo colgada del cuello como un preciado talismán. Que Dios te acoja en su reino como mereces, Natalia: con todo el amor que diste en vida y más.
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