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La industria cubana de chocolate se encuentra en un proceso de renovación capital “con lo último en tecnología”, lo cual augura un “futuro promisorio” para el desarrollo de esta esfera en la Isla, aseguraron autoridades.
“Existe un interés marcado en la recuperación cacaotera en la oriental Baracoa y la industria cubana de chocolate se está renovando totalmente con lo último en tecnología”, dijo a la estatal Prensa Latina la directora de la Escuela Latinoamericana y del Caribe en Chocolatería, Pastelería y Confitería, María Cristina Jorge.
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Según la especialista, la industria chocolatera de la Isla se sustenta hoy en una estrategia nacional que busca impulsar la producción de cacao, una iniciativa que fue expuesta en el recién celebrado Festival Internacional Varadero Gourmet, en el balneario matancero.
Sobre esa línea fue creada la Escuela Latinoamericana y del Caribe en Chocolatería, Pastelería y Confitería, que promociona “el valor y la importancia del chocolate y apoya a la formación del trabajo con ese alimento a todos los niveles”, agregó.
Fundada en 2001 y con sede en el Instituto de Investigaciones para la Industria Alimentaria en La Habana, la escuela funge como el ente rector para el desarrollo de productos y la formación del personal en la decena de centros que se dedican a la elaboración chocolatera.
“Por eso damos cursos muy elementales para las personas que no saben nada de chocolatería, hasta para los graduados universitarios que buscan fortalecer sus conocimientos”, indicó la directiva.
Según refirió, el centro es también un elaborador de bombonería fina y artesanal. “Todo el programa de chocolatería, lo mismo fina que artesanal desarrollado en el país a partir de 2005, se realizó en la entidad”.
A principios de año, datos oficiales revelaron que la industria sufrió un drástico colapso en 2017, cuando se reportó la peor cosecha de cacao en 70 años. Tras los destrozos dejados en la zona de cultivo -en Baracoa- por los huracanes Matthew e Irma, apenas se lograron 200 toneladas del fruto.
Esta cifra contrastó con las 1.600 toneladas recogidas en los dos lustros anteriores, cuando se alcanzó un pico histórico. Matthew logró arrasar en octubre de 2016 cerca de 3.635 hectáreas dedicadas a ese cultivo.
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