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Las últimas declaraciones del presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, criticando la existencia de Dios desataron la indignación entre la opinión pública del país.
El dirigente prometió el viernes renunciar a su cargo si algún creyente aportaba pruebas de haber visto a Dios.
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"Si hay alguno de ustedes, los ruidosos, dijera que han estado en el cielo, que hablaron con Dios, lo vieron personalmente, y que Él existe, yo renunciará a la presidencia esta noche", afirmó en declaraciones recogidas por el diario Phil Star.
"Solo necesito un testigo que diga: 'Esos tontos de la Iglesia me ordenaron ir al cielo y hablar con Dios. Dios realmente existe. Tenemos una foto juntos y me traje una selfi con Él'", añadió.
Duterte arremetió contra la Iglesia Católica por pedir dinero a sus fieles. "Si realmente estás ayudando a la gente, ¿por qué les pides dinero?", se preguntó.
Pese a todo, el mandatario defendió que no es ateo y explicó que realmente "hay una mente universal en alguna parte que controla el mundo".
El citado medio aseguró que para rebajar la tensión provocada por estos comentarios, Duterte se reunirá el lunes con representantes de la Conferencia Episcopal Católica.
El presidente filipino ya generó un importante revuelo el pasado mes de febrero, cuando ordenó que dispararan en la vagina a las mujeres guerrilleras.
"Díganle a los soldados: hay una nueva orden. No te mataremos. Te dispararemos en la vagina", dijo en una reunión con antiguos militantes del Nuevo Ejército del Pueblo (NEP), una guerrilla comunista que figura en el listado de grupos terroristas difundido por Estados Unidos y por la Unión Europea.
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