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La Iglesia de la Comunidad Metropolitana en Cuba (ICM) ha redactado una declaración oficial para explicar su posición sobre la comunidad LGTBIQ en Cuba.
El texto es una respuesta a la declaración emitida el pasado 28 de junio por La Iglesia Evangélica Pentecostal, Asamblea de Dios, La convención Bautista Occidental y Oriental, La Liga Evangélica de Cuba y La Iglesia Metodista de Cuba refiriéndose a este tema.
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“A nuestros hermanas, hermanos con identidades sexuales y de género no heteronormativas, gays, lesbianas, bisexuales, transgéneros, transexuales, queer, a las personas heterosexuales que defienden estas causas, a las familias diversas, a quienes han perdido la fe por causa de teologías medievales, queremos decirles: ¡Dios existe y les ama! Es poliamoroso y radicalmente inclusivo”, dijeron.
La Iglesia Evangélica Pentecostal y la Asamblea de Dios, se han unido a la Iglesia Metodista de Cuba y a las Convenciones Bautistas Occidental y Oriental, en un documento para rechazar a la comunidad de LGTBI en Cuba y han organizado una marcha para defender el derecho a la familia tradicional. Ellos se basan en que la Biblia no contempla las relaciones sexuales cuya finalidad es el placer y no la procreación.
Sin embargo, la ICM considera estos supuestos como "fundamentalismo cristiano, donde algunos de sus basamentos son la infalibilidad de la Biblia y su historicidad, el literalismo bíblico, la bibliolatría, el rechazo a los aportes científicos, la independencia de la Iglesia y el Estado, etc. Todo esto hace, entre otras cosas, que se promueva el odio y las exclusiones, mediante burdos mecanismos de control social, a través de la “voz de Dios”".
Para la reverenda Mona West, de la ICM, "Debemos cuidarnos de hacer de la Bíblia un ídolo. Una forma de cuidarnos de la bibliolatría es percatarnos de que si bien la Biblia debe estar en el centro de la fe, también debe estar en diálogo con la tradición, experiencia y razón. Estas cuatro fuentes de fe se conocen como el cuadrilátero de Wesley, por el apellido de John Wesley, de quien se originaron, y fundador de la herencia Metodista (…)".
En su declaración oficial ellos consideran que la Biblia no puede ser tomada como código de ética y conducta, puesto que en ella hay "muchos pasajes de violencia y discriminación, incluso contradictorios"
Sostienen su apoyo a los homosexuales y aclaran que pretenden llevar "un Ministerio radicalmente inclusivo entendido como la inclusión de las personas LGTBIQ, a través del bautismo como parte del Cuerpo de Cristo, la comunidad cristiana y el liderazgo, sin prejuicio alguno".
Asimismo pidieron a otras iglesias, centros ecuménicos, movimientos que comparten una visión y ética humanista y emancipadora, que se posicionen, profeticen, testifiquen y validen el Evangelio Liberador de Jesucristo.
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