El otorgamiento de los círculos infantiles a las madres trabajadoras cubanas es un beneficio que tienen las féminas cuando deciden dar a luz. Sin embargo, en la actualidad es también una de las mayores preocupaciones al interior de cada hogar pues, obtenerlo o no, trae serias consecuencias para la paz familiar.
Asegurarse un cupo conlleva desde sobornos, el uso de la socorrida “palanca” hasta inventivas de otro tipo, pues no solo se trata de asegurar la supuesta mejor educación de los niños y las niñas, sino también el menor gasto de dinero posible.
“Antes el círculo se otorgaba aproximadamente a los 14 meses de nacido el bebé, eso daba tiempo a que ellos caminaran pues los médicos consideran normal que estos aprendan a caminar hasta el año y medio. ¿Pero qué sucede en la actualidad? El tema está en que hoy el círculo la capacidad se otorga a los 11 meses y verdaderamente no todos los niños caminan con ese tiempo; pero no es solo caminar, es que caminen bien, sin ayuda. Si bien el círculo no le llega ni a la mitad de las mujeres que lo solicitan esto agrega más estrés”, comenta Carmen.
Al interior de cada hogar esto supone mayor presión, que se traduce en una sola solución: el niño tiene que caminar… o caminar.
Si bien en algunos países el milagro de que un niño gatee, se ponga en pie y de sus primeros pasos, se defiende sea de forma natural, en contraste, en Cuba es hoy un proceso que se ve forzado por padres que necesitan, desesperadamente, obtener un cupo en el mencionado sistema de círculos infantiles.
Esto conlleva a que se presione cada uno de estos escalones para que los niños lleguen a dar los primeros pasos antes de los 11 meses, con consecuencias como piernecitas viradas, por ejemplo. No en todos los casos, pero en las salas de rehabilitación se reciben menores con este y otros problemas y los especialistas advierten que caminar tiene que ser algo natural.
“Yo acudí al fisiatra. Me aconsejó una amiga que si quería que mi niño caminara a los 11 meses, que fuera a ver a uno de estos. Desde que llegué, que vio que mi pequeño bebé hacía lo que debía hacer para el tiempo de vida que tenía, me dijo una sola cosa: 'estás aquí porque quieres que camine antes de los 11 meses'. Yo, apenada, le dije que no, que era porque pensaba que mi bebé estaba atrasado en su desarrollo psicomotor. Él me dijo 'sí… como todas las madres que vienen hoy y no saben el daño que le hacen a sus bebés. Salud establece que los niños tienen hasta un año y medio para caminar sin embargo educación, con los círculos infantiles, no hace caso a esto y está provocando problemas, ya lo hemos dicho en todos los niveles y nadie hace caso'. Yo me sentí avergonzada, y fue entonces que tomé una decisión: porque alguien firmó un papel que los niños solo se le daba el círculo a los 11 meses si caminaban perfectamente, la salud de mi pequeño Oscar no iba a sufrir. Si camina bien y sino, ya veré que hago. Así se lo dije al fisiatra y él estuvo de acuerdo y le agradó mi determinación”, explica Irene.
Salud establece que los niños tienen hasta un año y medio para caminar sin embargo educación, con los círculos infantiles, no hace caso a esto y está provocando problemas, ya lo hemos dicho en todos los niveles y nadie hace caso
Pero no son todas las madres y padres, o la familia en sentido general, quienes asumen en Cuba una actitud así. No todos pueden darse el “lujo” de priorizar la salud de sus hijos. La necesidad a veces conduce al pecado de presionar algo tan bello, espontáneo e inocente como los primeros pasos de un bebé.
El cubano, con su inventiva, hace de todo. Cuando a una madre se le otorga el círculo a su bebé van a la casa a verificar que el infante, efectivamente, camine por sí solo. Este, y que la madre sea trabajadora en activo, son los principales requisitos que se solicitan, “sé de una persona que paga hasta una patente y no trabaja, para poder coger y mantener el círculo infantil, y sé de otra que cuando le fueron a visitar a los 11 meses enseñó un niño que caminaba y no era el suyo, la necesidad es la madre de los inventos” acota Irene.
Sé de una persona que paga hasta una patente y no trabaja, para poder coger y mantener el círculo infantil, y sé de otra que cuando le fueron a visitar a los 11 meses enseñó un niño que caminaba y no era el suyo, la necesidad es la madre de los inventos
Según Carmen, los círculos infantiles tienen cosas buenas y malas “los niños siempre tienen catarro, eso es casi un cliché, también la comida no siempre es la mejor, pero te voy a decir una cosa, los niños en los círculos aprenden mucho más, comen cosas que ni a un adulto le gusta, como las espinacas… Con mi primer hijo tuve miedo de ponerlo en un círculo por eso de que se enfermara, ¿pero sabes qué me pasó con los cuidos privados? En el primero me tenían a mi pequeña sentada todo el día, lo que era abusivo, en el segundo la tiraban en un piso y ni le enseñaban nada, y la tercera sí tuve suerte de encontrarme a una señora que cobraba 15 CUC pero era de oro con los pequeños, y yo le pagué el primer mes 50 CUC para que me aceptara a mi pequeña. Así de desesperada estaba. Con el segundo no me iba a pasar, de cabeza iba para el círculo. Aún espero que se me otorgue, aunque no soy de un llamado sector priorizado”.
El otorgamiento de las plazas para los círculos infantiles pasa por pertenecer o no a un sector priorizado, como son los trabajadores de la salud y de educación, tener un parto múltiple, poseer dos o más hijos, o ser un caso social. Siempre una comisión determina a quién va y a quién no, cada cupo, y como suele suceder en casos similares, tener una palanca funciona muy bien en momentos así, también los sobornos.
Los Círculos Infantiles surgieron el 10 de abril de 1961 y su desarrollo en los últimos años ha estado bien lejos de las necesidades de la sociedad cubana de hoy, al ser la demanda mucho mayor que las capacidades, y al no estar a tono con los cambios actuales. No obstante, siguen siendo para muchos la mejor posibilidad que tienen las madres trabajadoras de dejar a sus pequeños bajo la salvaguarda de las educadoras. Es, además, la opción donde mejor educación reciben los pequeños y el mejor trato.
De esos cambios y transformaciones que hoy se les exige está, por ejemplo, el de incluir a las estudiantes que ya son madres, y a veces trabajadoras a tiempo parcial. Un caso, por ejemplo, es el de las futuras galenas que realizan guardias y llevan una vida tan agitada como si estuviesen incorporadas al mundo laboral, y no son ni del sector no priorizado, sino que simplemente por la Resolución 6/2017 no se les contempla.
¿Son una panacea? Claro que no, pero ante la falta de seguridad que existe con los cuidos privados, el del Estado supuestamente da la garantía de tener las condiciones requeridas o al menos las indispensables.
“Los Círculos del Estado supuestamente al ser estatales tienen directores, administradores, educadores, y al menos si tú te quejas en algún lugar sale, porque si algo se prioriza aquí es a los niños, al menos más que a los adultos, pero en los privados te tienes que acoger a las reglas que ellos mismos pongan. Vi uno donde no les permitían a los padres entrar, eso era bueno por un lado pues estaban más seguros los niños, y malo porque uno no sabía ni las condiciones ni lo que sucedía atrás. Y esos son los legales, pero la realidad es que hay cinco ilegales por cada uno legal, estos últimos se supone que sean visitados por inspectores, personal de Educación, Programa Educa a tu Hijo, etc. Y ni hablar de precios, sé de uno en La Habana que cobra 120 dólares y es casi un parque de diversiones, pero en otros lugares cobran 10 CUC mínimo, y tienes que llevarle todo, la comida, la ropa, etc., y en ningún caso uno tiene la certeza de que “cuidado” sea sinónimo de “educación”. Por eso te digo que lo mejor son los círculos, pero lamentablemente caes en ese sorteo que es que te otorguen o no una plaza, suponiendo que ni tengas palanca ni sobornes a nadie”, acota Carmen.
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