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La infidelidad y la prostitución son la tabla de salvación de policías corruptos en Cuba. Uno de ellos ha contado a Cubanet cómo se saca un sobresueldo con maridos infieles, jineteras y 'pingueros', sus mejores clientes.
Natural del Oriente del país, tomó la precaución de no intimar con sus compañeros de trabajo y hacer oídos sordos a sus trapicheos. Él iba a lo suyo hasta que un día pilló a un botero recibiendo 20 CUC de un turista. Se le acercó y el taxista le ofreció el billete que le acababan de dar. Lo cogió y desde entonces empezó a llegar a fin de mes.
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Ese mismo botero le ofreció, en otra ocasión, 50 CUC si le conseguía un justificante de que había estado preso cinco días. El papelito era ni más ni menos que para su mujer, a la que pretendía convencer de que había permanecido entre rejas y no gozando en Trinidad con unos turistas.
Agentes de la Policía Nacional Revolucionaria lo mismo reciben dinero por proteger a jineteras que por dejar en libertad a los 'pingueros' que, según la experiencia del entrevistado por Cubanet, pagan bien.
Pero también les cae una propina del que es sorprendido fumando marihuana o del que es denunciado por una llamada anónima de un vecino, por poner la música a todo volumen en su casa. Basta con 'salvar' a un policía para conseguir el teléfono de la persona que avisó a la PNR. Y después, ojo por ojo y diente por diente.
Pero también los hay que pagan a los policías para que les limpien el historial delictivo. El negocio que tiene montado la PNR en Cuba es redondo.
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