Estados Unidos sólo ha concedido este año fiscal 3.808 visas de inmigrante a cubanos. Según recogen las estadísticas provisionales del Departamento de Estado, de octubre de 2017 a junio de este año (últimos datos disponibles) la Administración Trump ha concedido menos de la mitad de los visados que dio Barack Obama a los inmigrantes cubanos (9.453) en el ejercicio anterior.
Por si fuera poco, el Programa Parole de Reunificación Familiar lleva nueve meses paralizado. Estados Unidos difícilmente cumplirá este año fiscal su compromiso migratorio de conceder 20.000 visas anuales a los cubanos.
El año fiscal 2017-2018 no acaba hasta el 30 de septiembre, pero teniendo en cuenta que el ritmo de entrega de visados de inmigrante está siendo de una media de 423 al mes, el dato final podría rondar las 5.000 visas, lo que constituye un retroceso a cifras anteriores a 2014, cuando se otorgaron 6.098 visados de inmigrante a cubanos, principalmente de los tipos FX1, FX2, FX3 y IR5. Son visas de inmigrante a través de familia (cónyuge, hijo menor de 21 o padre).
En cualquier caso, el dato de 3.808 visas (de inmigrante) en este año fiscal no será el más bajo de la década. Ese récord se lo lleva el ejercicio 2011, que cerró con 3.067 visados.
En lo que llevamos de año fiscal ha habido bruscos altibajos en la concesión de visas de inmigrante a cubanos. Lo peor se vivió en octubre de 2017 cuando se concedieron sólo 16 visados; en diciembre de 2017 (22) y en mayo de este año (51).
Datos de entregas de visas de inmigrante a cubanos. Año fiscal 2017-2018
1.-Octubre de 2017: 16
2.-Noviembre 2017: 196
3.-Diciembre 2017: 22
4.-Enero 2018: 883
5.-Febrero 2018: 1.055
6.-Marzo 2018: 779
7.-Abril 2018: 105
8.-Mayo 2018: 51
9.-Junio 2018: 701
Total: 3.808
Los ataques acústicos
Pese a que Donald Trump llegó a la presidencia de los Estados Unidos con el apoyo del exilio cubano en Miami, la concesión de visas de inmigrante a nacionales de la Isla ha disminuido drásticamente durante su mandato so pretexto de falta de seguridad en Cuba debido a los ataques acústicos que sufrieron al menos 26 funcionarios destinados en la embajada estadounidense de Calzada, entre L y M, en La Habana.
Esos ataques acústicos llevaron al Gobierno de Trump a retirar el 60% de su personal de la embajada de EE.UU. en Cuba. En la Isla se quedaron sólo los funcionarios indispensable para atender emergencias.
Esta situación ha obligado a buscar alternativas para realizar entrevistas a los cubanos que aspiran a emigrar a Estados Unidos primero en Colombia y ahora en Guyana, donde el mes pasado la embajada norteamericana en Georgetown tramitó 1.038 visados. La mayor parte de ellos (701) corresponden a inmigrantes cubanos. Este dato supera al del mismo mes del año fiscal anterior. En junio de 2016 EE.UU. sólo otorgó 606 visas de inmigrante a cubanos.
Para los cubanos que quieren emigrar el proceso se ha encarecido con los viajes a Colombia y Guyana. Son muchos los que siguen preocupados porque tras nueve meses Estados Unidos no ha conseguido una vía para darle continuidad al Programa Parole de Reunificación Familiar (a diferencia del visado de inmigrante no entran a EE.UU. con el estatus de Residente Legal Permanente, pero gracias a la Ley de Ajuste Cubano pueden solicitarlo al año de estar en EE.UU.).
Para la cubana Viviana Llerena, "esta espera es frustrante para las madres, hijos hermanos y demás familiares que estamos esperando por el tan ansiado día de reunirnos en tierras de libertad", escribió en el perfil de Facebook de la Embajada de Estados Unidos.
Otro afectado, José Ramón Lence, por su parte, le pide a la embajada, que por favor retomen el programa Parole. "Esta espera es muy dura. Tenemos nuestras esperanzas puestas en sus respuestas. Los bendigo y ruego a Dios que nunca tengan que pasar por lo que estamos pasando nosotros".
Un año y medio después de destaparse la existencia de ataques acústicos que han provocado el estancamiento en la concesión de visados a cubanos ni la CIA, ni el FBI ni el G2 cubano han dado con la causa que los provoca. Siguen siendo la gran incógnita y el freno de mano de la emigración legal a Estados Unidos.
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