Díaz-Canel "no ha mostrado la más mínima voluntad de rectificación en la conducta represiva del régimen"

¿Podrían decir los cubanos que algo ha cambiado en materia de derechos humanos desde que tienen un nuevo presidente?

Hasta el momento, no. Y probablemente por mucho tiempo más así sea. El periodo de mandato de Miguel Díaz-Canel ha estado marcado por el "continuismo obediente".

Así lo definió en un comunicado el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), el cual alega que en los primeros 100 días de mandato la represión ha continuado, tal como era bajo Raúl Castro. Por tanto, OCDH "considera que el nuevo presidente de Cuba no ha mostrado la más mínima voluntad de rectificación en la conducta represiva del régimen".

Según sus datos, hay 12 nuevos presos políticos, además a 20 activistas se les ha impedido salir del país y han aumentado los métodos represivos en la Isla.

Aunque -afirman- el número de detenciones arbitrarias se ha reducido "circunstancialmente", durante esta etapa ha habido un retroceso en materia de libertades, "en el que se han profundizado los métodos represivos y otras formas de acoso y hostigamiento contra la sociedad civil".

De acuerdo con OCDH, hay nuevos "diseños de represión". Por ejemplo, la represión personalizada "se estructura a partir de la confección de perfiles psicológicos, del estudio del entorno familiar y laboral, las relaciones personales, los vínculos afectivos de cada individuo, incluidas sus preferencias sexuales, vínculos con la comunidad y red de amigos o personas relacionadas".

Siempre ha sido así en las últimas décadas -apuntan- pero ahora vuelve con intensidad y en forma de chantaje contra los activistas de derechos humanos.

En el informe, esta organización por los derechos humanos resalta que, en estos 100 días de mandato, a más de 20 personas pertenecientes a la UMPACU y Damas de Blanco se les ha prohibido salir del país.

También resaltan el caso del Doctor en Ciencias Biológicas Ariel Ruiz Urquiola, quien fue condenado a un año de prisión por un supuesto "delito de desacato", y quien sostuvo una huelga de hambre de 17 días que obligó a las autoridades cubanas a ponerlo en libertad.

"El OCDH considera que la situación de derechos humanos en Cuba, durante este periodo, no ha mejorado, ya que el gobierno de Díaz-Canel mantiene intacta la estructura represiva que heredó de su tutor", concluye el comunicado.