Por primera vez en 26 meses, este miércoles Vanessa pudo ver a su mamá sin necesidad de ir a un parque con wifi. Sentada en la sala de su casa la pequeña de seis años habló a través de un teléfono móvil con la mujer que la trajo al mundo, la misma que no ha podido venir a visitarla desde que llegó a Miami en 2016.
No obstante, Vanessa no podrá gozar gratis de ese lujo por mucho más tiempo. Desde hace menos de 24 horas se encuentra a prueba el acceso a Internet a través de los celulares de forma gratuita, pero, según adelanta a CiberCuba una funcionaria de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA), se espera estar vendiendo el servicio en 15 días.
"No hay información oficial aún sobre los planes y tarifas disponibles y la conexión está súper lenta e inestable porque se cae a raticos, pero hay que aprovechar ahora que la tercera generación de trasmisión de voz y datos a través de la telefonía móvil (o simplemente la 3G), no cuesta un medio.
"La mayoría de los cubanos no tendrá cómo costearla pues se ha filtrado que podrán contratarse paquetes por megas o los accesos a sitios específicos como Facebook, pero con precios que llegarán hasta los 40 CUC, cifra muy superior al salario medio de un cubano", afirma Rafael, quien maneja un negocio particular para arreglar celulares en La Habana.
En palabras de Alberto, informático de 30 años, "se está haciendo por mejorar la conectividad, pero sigue sin haber (ni habrá) un total acceso a la información porque existen muchas páginas censuradas. Precisamente lo mejor que tiene Internet es que uno puede elegir lo que quiere leer, ver u oír".
Si bien las autoridades de ETECSA han asegurado que todo está concebido para que las personas autogestionen la configuración del servicio sin tener que ir a sus oficinas comerciales, "deberían haber tratado de brindarnos otras frecuencias de banda y no solo la actual. Buena parte de los usuarios no gozará a plenitud del servicio y el dinero se nos irá como agua", señala la estudiante universitaria Indira.
"Esta primera prueba nacional evidencia que hay que concentrarse en que haya más cubanos conectados, pero sin que todo sea un dolor de cabeza. Podrían, por ejemplo, dar celulares subsidiados o venderlos más barato".
"La gente tiene derecho a navegar en Internet no solo para comunicarse sino para tener a mano la información y el conocimiento. Hay periodistas, diplomáticos, empresarios, que llevan meses utilizando la 3G".
"Habrá que ver cuán limitado es el número de clientes que pueden contratar el servicio y si la velocidad de banda seguirá siendo más baja para el acceso público que en las instalaciones estatales", destaca la agente de Telecomunicaciones Roxana.
Por su parte Yasel, almacenero de una tienda, se queja porque "hay muchos cubanos que tenemos móviles que no nos servirán para usar la 3G. Mi celular es un Iphone de los más avanzados que han salido al mercado y no puedo conectarme con él.
"Se dice que están creadas las condiciones tecnológicas para garantizar 'la calidad y seguridad del servicio', pero hace solo un par de meses que vinieron a advertir de que no se compraran celulares sin comprobar las bandas disponibles y verificar si estaba apto para conectarse a la 3G cubana.
"¿Qué hacemos entonces los que ya habíamos gastado un dineral? ¿Qué pasará con los cubanos que tienen un teléfono gracias a que un amigo o familiar se lo mandó o se lo trajo? ¿Por qué hay que optar por comprar uno en las oficinas de ETECSA?", se pregunta.
Datos oficiales plantean que en 2016 hubo más de cuatro millones y medio de usuarios de Internet, quienes accedieron fundamentalmente a través de zonas wifi, habilitadas en la Isla desde 2015, cuando el país se propuso llegar a 2020 con la mitad de sus viviendas y un 60% de los móviles conectados.
Actualmente existen más de5 millones de celulares en Cuba y el ritmo de crecimiento ronda el millón por año. Sin embargo, "muchos cubanos aún no tienen un teléfono inteligente y otros no saben ni lo que es un celular o a qué se le dice Internet", añade la joven usuaria Mayelín.
Para Oneda, ama de casa de 58 años y abuela de Vanessa, tener un móvil es "por gusto". "Yo lo tengo para hablar con mi hija, pero apenas sé tocarlo. Necesito siempre que alguien me auxilie cuando voy al parque a hablar con mi hija. Ojalá pudiera siempre verla desde la comodidad de la casa, como estoy haciendo ahora".
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