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El Atlético de Madrid rompió este miércoles en Tallinn (Estonia) una de las maldiciones que han marcado su historia reciente tras derrotar al Real Madrid en una final europea.
La victoria 4-2 en la Supercopa de Europa ayuda a cicatrizar una herida que todavía sigue abierta tras perder dos finales de Champions League ante el eterno rival en 2014 y 2016 respectivamente.
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El doblete de Diego Costa y los dos golazos de Saúl y Koke en la prórroga, a la que se llegó con empate a dos, sirvieron para volver a levantar un título que los colchoneros ya conquistaron en 2010 y 2012.
La pólvora en los 90 minutos reglamentarios la puso Diego Costa, que abrió el marcador en el primer minuto de juego tras controlar un pase largo de Godín y superar a los centrales blancos, que no tuvieron su mejor día.
Sin embargo el equipo del recién llegado Julen Lopetegui supo rehacerse y devolvió las tablas gracias a Karim Benzema, quien conectó un impecable remate de cabeza tras un preciso centro de Gareth Bale desde la derecha.
Sergio Ramos dio la vuelta al partido anotando el 1-2 de penalti tras una mano de Juanfran a la salida de un córner. Pero los de Diego Simeone, sancionado en la grada, empataron en el minuto 78 con Costa de nuevo como protagonista.
La prórroga quedó marcada con el espectacular gol al primer toque de Saúl, que remató de forma certera un centro de Lemar tras un grave error de la zaga madridista.
"Había ganas de ganarle al Madrid en una final europea. Ha sido un partido espectacular. Este es el principio del que, ojalá, sea un año muy bonito. Lo que queremos es ganar", aseguró el capitán Koke al finalizar el partido.
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