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Jesús Efraín Ajuria Lauzurique, jefe del equipo de psicología del Hospital Calixto García, explicó que cuando Mailén Díaz Almaguer comenzó a recuperarse de las heridas sufridas en el accidente aéreo en La Habana “estaba desorientada desde el punto de vista temporal y espacial, y había desarrollado una reacción al trauma”.
La joven de 19 años, única sobreviviente a la tragedia, insistía en que había tenido un accidente en carretera. “Abría los ojos desmesuradamente, movía la cabeza en signo de negación” cuando le contaban lo ocurrido.
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Según explican los especialistas que la atendieron, Mailén tenía un problema -habitual en estos casos- de “memoria fragmentada”.
“A la larga, con el tiempo, ella debe reconstruir la memoria de los hechos acaecidos”, agregan.
Luego de más de un mes sin tener noticias de la única sobreviviente al trágico accidente aéreo en La Habana, la prensa oficialista publicó un extenso reportaje sobre la labor de los médicos del Hospital Calixto García para salvar la vida de la joven.
De acuerdo a la información, Mailén Díaz Almaguer fue trasladada al Hospital Hermanos Ameijeiras para continuar con las terapias. Como resultado de las complicaciones en el proceso de recuperación a la joven debieron amputarle la pierna izquierda al nivel de la rodilla. Los médicos insisten en que la decisión fue para salvarle la vida.
No obstante, demoraron en darle la noticia porque la joven estaba inmunodeprimida. “Primero el tratamiento fue con la familia, pero a la paciente, no se le podía anticipar nada sobre lo que resultaba imprescindible”.
“Después de la operación, la muchacha indagaba por su pierna, como que intuía algo. Y para asearla le ponían un parabán en la mitad del cuerpo. Las enfermeras le enrollaban una colcha en el sitio. Pero ella sospechaba... Y en el momento indicado fue que se le comunicó”.
“Desde un principio la comunicación fue decisiva. Se idearon muchos artilugios. Primero, una especie de alfabeto en una hoja, y quien la atendía iba deslizando sus dedos sobre este, letra a letra, como en una güija, hasta que Mailén asintiera con los ojos en la indicada. Así, lentamente, se armaba una frase de ella. Ya después articulaba las palabras aunque no las pronunciara, y sus interlocutores aprendieron a leer los movimientos de sus labios”.
Cuando la fueron a trasladar de hospital se presentó otro cuadro crítico en la paciente. El sistema respiratorio y cardiocirculatorio de Mailén emperó debido a la lesión cervical. Pero lograon estabilizarla y enviarla con el mínimo de antibióticos.
Han pasado tres meses de la tragedia y todavía no hay noticias de las causas que la provocaron. La prensa oficialista lo dejó claro pocos días después del siniestro: "no buscaremos culpables".
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