Autoridades del sector educativo en Cuba han confirmado esta semana que existe un déficit de más de 10.000 profesores para el venidero curso 2018-2019, con énfasis en provincias como La Habana, Matanzas y Artemisa.
Según recoge la estatal ACN, funcionarios del Ministerio de Educación han insistido en que urge garantizar la presencia de un maestro en cada aula ante “unas 10.000 necesidades docentes” que se “cubrirán con varias alternativas”.
Así trascendió en un encuentro con la prensa este martes de la titular del ramo Ena Elsa Velázquez Cobiella, quien dijo que hasta el lunes el Ministerio de Educación ha visitado unos 12 territorios y en cada recorrido se insiste en el tema de la cobertura.
Provincias como Sancti Spíritus, que no declaran déficit de educadores, han comenzado a incrementar, no obstante, varias “alternativas” frente al éxodo de maestros.
“Eso siempre nos pone un bombillo rojo, porque son maestros fuera de la plantilla de la escuela y en determinado momento puede existir inestabilidad, detalló la titular del ramo”, dijo la ministra.
Velázquez Cobiella apuntó también que resulta necesario elevar la matrícula de las escuelas pedagógicas y la universidad, los dos centros formadores de docentes, así como diversificar las carreras en las casas de altos estudios.
En ese sentido puntualizó que se debe priorizar Matemática, Física, Química y Geografía, “porque, por ejemplo, en esta provincia central, son en esas disciplinas donde se empleará mayor cantidad de alternativas”.
La alta funcionaria explicó que en estos momentos existen 26 escuelas pedagógicas y se está pronosticando una matrícula de cerca de 28.000 estudiantes, lo que favorecería la situación actual en cuanto a la cobertura.
La semana pasada se conoció que en provincias como Matanzas, el curso escolar estará marcado por una notable crisis en la infraestructura de los centros educacionales y la amenaza de un brote epidemiológico, a lo que se suma el déficit en la docencia.
En ese territorio en específico, al menos un círculo infantil dejará de funcionar por su deficiente estado constructivo y otras escuelas y preuniversitarios abrirán con atrasos en sus labores de mantenimiento e higiene, así como con problemas en el abastecimiento de agua.
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