No es común ver en las calles de La Habana o de Trinidad, o en la playa de Varadero, a nutridos grupos de viajeros asiáticos disfrutando de las bondades que Cuba ofrece a sus visitantes.
Los expertos consideran que es una oportunidad perdida para la Isla.
Según cifras de la ONU, en 2016 los turistas de Asia y el Pacífico gastaron 473.000 millones de dólares en viajes al exterior, lo que representa el 40% del gasto total del turismo internacional de ese año.
Participar de esa cifra podría ser contribuir en mucho a que Cuba cumpla su objetivo de triplicar los ingresos del turismo en el 2030.
Bloomberg asegura que solo cuatro países de Asia: China, Japón, Australia y Filipinas figuran en la lista anual de los principales orígenes de turistas que acuden a la Isla.
Las causas son varias. La primera es la duración del viaje, que puede ser superior a las 40 horas. No hay vuelos directos desde la región de Asia-Pacífico, lo cual encarece el billete. Un pasaje de ida y vuelta a La Habana desde Australia, con al menos dos escalas, cuesta entre 2.000 y 5.000 dólares, y desde Hong Kong, con una parada, puede llegar a 3.000 dólares.
Otra cuestión es la obtención de la visa. Muchos asiáticos no pueden viajar a Cuba con las habituales tarjetas turísticas de color rosa y verde disponibles en los mostradores de las líneas aéreas.
Los ciudadanos de India y Filipinas se unen a los de otros 18 países que requieren un adhesivo especial en sus pasaportes si desean entrar a la nación caribeña. Pero esa gestión no es fácil: hay ciudades importantes donde no hay un consulado cubano, y el interesado debe ir personalmente a otra urbe a solicitar la pegatina.
Además, si el vuelo hace escala en Estados Unidos, debe obtener un permiso de un consulado o una aerolínea con sede en ese país.
Por último, tampoco las agencias de viajes de la Isla han puesto en su mira el mercado asiático. Así lo confirmó Marla Recio Carbajal, especialista de la empresa en viajes de lujo Havana Reverie, quien afirma que el Gobierno cubano se ha volcado en atraer a turistas de Canadá, América Latina y Europa, ofreciéndoles viajes de crucero y estadías en paquetes en resorts de playa.
“Pero debido a que vienen más asiáticos, creo que los operadores turísticos se dan cuenta de que hay un gran potencial allí”, admitió.
“Creo que (Cuba) se perdió el mercado asiático”, dijo Collin Laverty, presidente de Cuba Educational Travel.
“Ha mejorado, pero no hace mucho tiempo era un desafío reservar una habitación de hotel en Cuba, algo que puede ser desagradable para alguien que considere volar por todo el mundo para visitar”, concluyó.
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