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La todavía joven 58 Serie Nacional de Béisbol, donde ningún equipo parece capaz de despegar, comienza a emitir sus primeras señales de crisis, expresadas por una paridad entre los conjuntos, o por lo menos en sus balances de victorias y derrotas, que no tiene ni pies ni cabeza, y que debería preocuparle a cualquiera que de verdad se interese por nuestra pelota.
La paridad, la equidistancia en el deporte, no es síntoma de calidad, sino todo lo contrario. Es síntoma de medianía e incapacidad. Tampoco es expresión de éxito de un evento ni garantiza el interés de los aficionados. Más bien idiotiza a los aficionados, especialmente a aquellos poco acostumbrados a que gane su equipo, y que sienten de pronto una falsa ilusión de éxito.
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La igualdad plena aburre y desestimula. Los únicos que se entusiasman con la sobrecarga de paridad son los que reciben un beneficio extra por su entusiasmo. Que los equipos de béisbol cubanos son mediocres es algo que no hay que demostrar, como tampoco que eso convierta a la Serie Nacional en un torneo mediocre, pero que los equipos fuertes pierdan con los débiles le quita razón de ser a nuestro clásico doméstico, lo deslegitima al punto de que pierde su derecho a existir.
Sostener una liga nacional donde cualquiera le gane a cualquiera es mantener por la fuerza un proyecto disfuncional, cuya existencia solo es posible mediante la prohibición de otras alternativas. Para que ocurra que todos los equipos estén empatados no hace falta hacer una Serie Nacional. Basta con no empezarla.
Con las cuartas subseries iniciadas este miércoles, hay 7 equipos empatados en la cima, sin diferencia de puntos entre ellos. La diferencia entre el primer lugar y el puesto 14 es apenas de 1,5 puntos, una distancia tan pequeña que no tiene ningún sentido. Los únicos conjuntos que se salen de ese montón indefinido son Matanzas y Holguín, que han sido un desastre en lo que va de temporada, con cadenas respectivas de 6 y 7 juegos perdidos al hilo.
En los choques de este miércoles, sobresalieron las derrotas de los cinco líderes que había hasta ayer. Villa Clara y Camagüey no aprovecharon su pequeña ventaja de average y cayeron ante Guantánamo y Las Tunas, respectivamente.
Los Indios hicieron un racimo de 3 en el segundo inning y nada más pasó. Los Leñadores, por su parte, dejaron al campo 5 por 4 a los Toros con hit de oro de Yordanis Alarcón que remolcó 2 con las bases llenas.
Otro puntero, Artemisa, resbaló ante la Isla por 5-3, con 2 errores que costaron 3 de las carreras de los Piratas.
Santiago y Sancti Spíritus se sumaron a la masiva vanguardia con éxitos respectivos sobre los líderes Ciego de Ávila e Industriales de 5-1 y 11-6. Un jonrón de Abdel Civil salvó a los Tigres en el noveno inning del no hit no run, y una paliza de 17 indiscutibles volvió a dejar en evidencia el picheo de los Azules, cuyo PCL subió a 5,28, el peor del campeonato sin contar el de Cienfuegos, que anda por 6.07.
Con buen picheo, sin embargo, Los Elefantes le encajaron a Matanzas su sexta derrota consecutiva, con marcador de 2 carreras por 1. Las anotaciones cienfuegueras fueron remolcadas por jonrón de Yusnel Ibáñez en el tercer inning.
Los duelos entre Granma-Holguín y Mayabeque-Pinar del Río fueron suspendidos.
Estado de los equipos
Villa Clara 5-3, 625
Camagüey 5-3, 625
Ciego de Ávila 6-4, 600
Industriales 6-4, 600
Artemisa 6-4, 600
Santiago 6-4, 600
Sancti Spíritus 6-4, 600
La Isla 5-4, 556, -0,5
Granma 5-5, 500, -1
Cienfuegos 5-5, 500, -1
Guantánamo 5-5, 500, -1
Las Tunas 5-6, 455, -1,5
Mayabeque 4-5, 444, -1,5
Pinar del Río 4-5, 444, -1,5
Matanzas 2-7, 222, -3,5
Holguín 1-8, 111, -4
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