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Cremar un difunto en Ciego de Ávila tiene un valor de 340 pesos cubanos, casi un 45% del salario medio mensual (750 pesos).
Ciego de Ávila (433.036 habitantes en 2015, según la Oficina Nacional de Estadísticas de Cuba) acaba de estrenar un crematorio que trabajará las 24 horas, pero atenderá un máximo de 6 solicitudes al día.
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El nuevo crematorio de Ciego ha abierto, por fin, esta semana con 29 trabajadores en plantilla, después de pasar más de cinco años en obras.
Entre el personal contratado hay 5 operarios que han sido capacitados en Camagüey y Villa Clara, según recoge el diario Invasor.
Los familiares de los fallecidos en Ciego de Ávila ya no tendrán que llevar los cuerpos a provincias como Camagüey o Santa Clara, lo cual les sumaba al costo de la incineración el del transporte.
Según Luis Alberto Pérez Olivares, director de Servicios Comunales en el territorio, "el proceder necrológico podrá solicitarse en las funerarias de cada municipio, pero para incinerar al fallecido será preciso presentar el acto de última voluntad del occiso, o la petición expresa del familiar, quien mostrará su carné de identidad y el del difunto, así como un certificado de Medicina Legal que autorice la cremación".
Especialistas de la Empresa de Calderas Alastor fueron quienes instalaron el equipamiento.
Por su parte, técnicos de la empresa española Kalfrisadebieron se han encargado de verificar el funcionamiento de los hornos, para certificar sus óptimas condiciones antes de decretar la puesta en marcha del servicio en la provincia avileña.
El incinerador está situado en la Circunvalación Sur de la capital provincial, y también prestará servicios a los habitantes de Sancti Spíritus.
La provincia tenía hace tres años una tasa de mortalidad del 8,40% (por cada 1.000 habitantes), muy superior a la de países como Islandia (2,9%) o Japón (3,2%). Sin embargo, es inferior a la de La Habana, que roza el 10% y es la más elevada de la Isla (datos de 2008).
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