Washington, 17 sep (EFE).- El presidente estadounidense, Donald Trump, defendió hoy los beneficios que han deparado para los latinos sus medidas económicas y evitó cualquier referencia a la inmigración o a su política hacia Latinoamérica durante la segunda recepción de su mandato con motivo del mes de la Herencia Hispana en EE.UU.
Cuatro días después de cuestionar en Twitter que casi 3.000 personas murieran como consecuencia del huracán María que arrasó hace un año Puerto Rico, Trump hizo además un aparente intento de superar esa polémica, pero no llegó a rectificar sus afirmaciones sobre la cifra de muertos.
"Gracias Luis por su alianza con nuestras agencias durante el desastre sin precedentes que ocurrió (en Puerto Rico)", dijo Trump en referencia al vicegobernador puertorriqueño, Luis Gerardo Rivera Marín, presente en la ceremonia celebrada en la Casa Blanca.
"Ha sido una situación increíblemente dura, pero hemos luchado, y estamos ganando, estamos ganando mucho. Estamos con Puerto Rico y les estamos ayudando a reconstruir para ser más fuertes y mejor que antes", subrayó el presidente.
Trump no mencionó directamente el huracán María y tampoco se refirió a la controversia que causaron sus tuits del pasado jueves, cuando negó que esa tormenta provocara casi 3.000 muertes y acusó a los demócratas de manipular ese dato.
La cifra de 2.975 muertos, calculada por la Universidad George Washington y aceptada como oficial por el Gobierno de Puerto Rico, convierte al huracán María en una de las peores tragedias a causa de un desastre natural de la historia de EE.UU., muy por encima de los 1.880 fallecidos en Nueva Orleans por Katrina.
Más allá de su breve referencia a Puerto Rico, Trump convirtió su discurso con motivo del mes de la Herencia Hispana, que se celebra en Estados Unidos del 15 de septiembre al 15 de octubre, en una defensa de los supuestos beneficios económicos que sus políticas han generado para los latinos del país.
Esa estrategia le había funcionado el pasado marzo, cuando dio el primer discurso de su mandato ante una organización hispana, el grupo empresarial conservador The Latino Coalition, y Trump optó por repetir la fórmula y evitar temas polémicos, como su promesa de construir un muro en la frontera con México.
"Tenemos la mejor economía en la historia de nuestro país (...), y la tasa de desempleo entre los hispanos ha llegado recientemente a su punto más bajo de la historia de nuestro país", subrayó.
El mandatario destacó además el descenso en la tasa de hispanos pobres, y pronosticó que los demócratas no podrán "combatir eso en unas elecciones", porque "no pueden hacerlo mejor".
"Estos números son muy difíciles de superar. Más vale que la próxima vez gane (los votos de) los hispanos", aseguró, en alusión a las elecciones de 2016, donde su rival demócrata, Hillary Clinton, obtuvo el 66% del voto latino.
Ante una audiencia afín, de unos 200 empresarios, diplomáticos y políticos que en ocasiones corearon "¡que viva Trump!", el mandatario pidió a dos empresarios latinos que subieran al escenario a defender el impacto que sus recortes de impuestos y otras políticas han tenido en sus negocios.
Al contrario que en su discurso del año pasado, Trump no hizo ninguna referencia a su política respecto a Venezuela, Cuba o México, y apenas incluyó una vaga alusión a la inmigración al final del discurso.
"Hoy recordamos que Estados Unidos es el hogar de gente de muchos orígenes distintos, con muchas historias diferentes. Pero todos somos un solo pueblo. Somos parte de una gran familia estadounidense, y estamos en esto juntos, saludando una bandera, cantando un himno y jurando lealtad a una nación bajo Dios", indicó.
A la ceremonia asistió también el vicepresidente, Mike Pence, y dos de los hispanos de mayor rango del equipo de Trump: el secretario de Trabajo, Alexander Acosta, y la tesorera del Gobierno, Jovita Carranza.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: