Si en pasadas décadas la preferencia de los públicos cubanos se inclinaba por otros géneros, la canción está recuperando los sitiales que tuvo siempre, o al menos eso parece, a juzgar por el poder de convocatoria y la calidad artística de los nominados del Cubadisco en varias categorías relacionadas con la canción o la trova.
En la categoría de cancionística es muy dura la competencia entre los discos Flor oculta de la vieja trova (Pablo Milanés y José María Vitier); Libre de pecado (Beatriz Márquez); El piano y yo (Miriam Ramos); Amaury canta a Meme Solís; Haydée Milanés en la Covarrubias, y Te tengo y no, de Leo Vera.
De ellos, se perfila favorito, el disco de Beatriz Márquez, con producción de Jorge Aragón, Libre de pecado (Producciones Colibrí), nominado no solo en Cancionística, sino también en Notas discográficas (Adolfo Martínez “Fito”) y Grabación (Jesús Gómez Cairo).
Vidas paralelas, de Liuba María Hevia, es una recopilación de canciones suyas interpretadas a dúo con muchísimos artistas cubanos y extranjeros en cuatro discos que recrean el legado de la famosa cantautora. El mayor concurso musical que se realiza en la Isla también la reconoció con un Premio Especial Extraordinario por sus 35 años de vida artística y su obra fonográfica y autoral.
No debe olvidarse el poder de los Milanés, padre e hija, Pablo con un disco en el cual lo acompaña el pianista José María Vitier para redescubrir canciones de la trova apenas conocidas, mientras que Haydée, presenta el fonograma que recoge su concierto en la Sala Covarrubias del Teatro Nacional.
También ha recibido muchísimos elogios el disco de Miriam Ramos El piano y yo, en el cual la reconocida intérprete se deja acompañar por algunos de los mejores pianistas de Cuba: Ernán López-Nussa, Rolando Luna, Alejandro Falcón y Harold López-Nussa.
Con el loable propósito de incluir talentos jóvenes de este género se creó la categoría Canción Contemporánea, donde concursan Allá voy, de Eduardo Sosa; Confluencias, de Sigrid; Vidas, de Raúl Paz; Tu huella, de Diana Tarín, y Calle Amores, de Kelvis Ochoa.
En Trova, los reconocidos fueron La luna, de Gerardo Alfonso; Archivos descalcificados, de Frank Delgado; Dentro de mí, de Enid Rosales; La vida no espera, de Aurora Feliú, y Mamá ando contento, de Ray Fernández.
Aparte de la competencia, y para reforzar el auge de la canción en todas sus variantes, fue reconocido con un premio especial Omara siempre; además de Elena Burke en vivo, Homenaje a Lourdes Torres, y Los pequeños detalles de la Burke, estos tres en la categoría Compilación y Archivo.
Por si fuera poco, el Premio Internacional reunió varios discos donde predominó la canción como género: Once. Concierto para dos, de Patricia Sosa y Chucho Valdés; Ultramar, de María del Mar Bonet; Yo soy la feliz Violeta, de Banda Tita Parra; Afrolailo, de Marinah; Oddara, de Jane Bunnet y Maqueque, y Diez lindas cubanas, de Danny Rivera y Juan Manuel Ceruto.
Los premios de Cubadisco 2018 el próximo 29 de septiembre. Solo entonces se comprobará el verdadero amor de los músicos y especialistas por las canciones grabadas este año.
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